Los mercados han valorado positivamente la gestión que está llevando a cabo el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, al frente de la compañía, para lo que ha tenido que abordar una importante reestructuración del negocio, así como un ajuste de plantilla el año pasado.

La llegada de Álvarez-Pallete a la dirección de la compañía fue bien valorada por los mercados en su momento, tanto que al cierre del primer año de su presidencia, en abril de 2017, la rentabilidad de las acciones había subido un 22,1%.

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El cambio de perímetro empresarial del grupo, con visibles consecuencias en los resultados económicos, no ha pasado desapercibido en el mercado bursátil y la rentabilidad de la acción se ha visto afectada en los últimos cuatro años. De hecho, desde 2016 el retorno del valor para los accionistas (TSR en sus siglas en inglés) ha bajado un 28,1%.

En el lado opuesto, la incorporación de otros ejecutivos en algunas de las principales compañías del Ibex 35 no ha tenido el mismo resultado. Es el caso de Ana Botín, presidenta de Banco Santander desde 2014, en el que el mercado no aprecia mejoras en la gestión. En el primer año de su gestión bancaria el valor de las acciones retrocedió un 28,3% y desde entonces lleva acumulado un retroceso del 44%.

En menor medida, los mercados también han analizado con prevención la labor desde noviembre de 2018 del presidente del BBVA, Carlos Torres Vila. Desde su llegada a la presidencia, la entidad bancaria lleva acumulada una pérdida del 10,4% de su rentabilidad bursátil.