La Democracia ha funcionado. La mayoría absoluta ha arruinado, una vez más, el fondo y la forma de la Democracia. La credibilidad, como país, ha quedado muy tocada, porque la verdad que se ha destapado, afecta a la esperanza, a la justicia, a la libertad, a las relaciones, y en suma a la Democracia, que ya estaba tocada, y sino hundida, ha quedado tambaleando.

Acusado de presunta corrupción, Rajoy, a su vez, acusa a todos y quiere resistir. Asediado, dice que son mentiras y manipulaciones. Con una suciedad, sin límites, apela a la situación económica para que se dejen de aplicar las reglas de la Democracia para concentrarse en la defensa de la economía. La estabilidad Institucional no tiene nada que ver con la situación económica. La normalidad democrática es otra cosa. El problema actual es de Rajoy, personal de él y de su partido, y él no es España, ni la Democracia puede ser la que deba sufrir la repercusión de este problema. Políticamente hay que ocuparse de otros asuntos, una vez se pudiera despejar éste.

El caso Bárcenas se ha integrado en Génova, de donde nunca salió y son algunos dirigentes del PP, demasiados, los afectados. No se trata de que hayan habido equivocaciones. Rajoy enseña la declaración de la renta y dice que no responde de los demás, que él no responde de los demás, que dice que nadie lo ha hecho. No asegura que sus compañeros sean honrados, porque por el PP no pone las manos en el fuego, al parecer: ¿por qué la vamos a poner los demás? Es un cambio cualitativo el que se ha dado en el debate. Probablemente, estamos en puertas de una descomposición, donde cada palo tendrá que aguantar su vela. Aznar dijo hace un tiempo, que el PP no funcionaba, ni el partido ni el gobierno, ¡va a ser verdad!

Los secretarios de Estado cobran más que los Ministros y, al parecer, algunos de los dirigentes que estuvieron en el poder, no se contentaron con algo así. Rajoy no despejó ninguna duda, ni de esto ni de otras cosas de mayor calado. Algunos miembros del PP, presuntamente han estado jugando con el dinero de los demás, que es el nuestro. Dicen los del PP que las consecuencias penales están en los tribunales. ¿Y las políticas? El propio Rajoy, en una maniobra distractoria dijo en el debate que el mandato de los ciudadanos es salir de la crisis y la legitimidad del gobierno es hacer las cosas bien, como las está haciendo. Bueno, pero 50 millones de euros fuera de España, son los que han provocado que el Presidente del apoye por SMS a su Tesorero y Rajoy quiere saldar la cuestión diciendo que fue un error confiar en él. La Justicia está actuando, menos mal. El afecto del Presidente es posterior a saber que Bárcenas tenía el dinero fuera. Dice que le ha defraudado. Dicen que Rajoy ha dado las explicaciones y que este país tiene un gobierno que está al cien por cien en sacarlo de la crisis económica en la que está. Que la oposición hace el relato de lo que dicen los medios de comunicación. Pero Rajoy no nos desvela siquiera el dinero acumulado por su Tesorero de quién es? ¿todo del tesorero? ¿una parte? ¿Hacía el tesorero de guardián de los dineros de otro/s? ¿Quiénes son los otros? El único líder que tiene el PP en España es Rajoy y, antes o después, más pronto que tarde tendrá que cantar la Traviatta, que debe estar ensayando en estas vacaciones por las que poco o nada ha hecho.

Pedir perdón no es suficiente. Hay más hechos que hacen que el retrato pueda serlo de muchos años, y, de momento nada encuentra explicación. Bien pensado el drama en varios actos es de alcance. Presuntamente se repartió el dinero en el partido alegremente; se encubrió a Bárcenas para que no contara lo que sabía. Pero todo fue insuficiente, porque no tiene nada de convincente la trama urdida.. Los hechos de Bárcenas parecen decir, algunos, que no son irrefutables, pero parecen más convincentes. A Bárcenas le retiraron el sueldo cuando se publicó su “ahorro” en Suiza y no cuando se conoció por el PP, que necesariamente tuvo que ser antes. ¿Merece la pena ahora tener un debate como el que se está teniendo? Esta retórica pregunta solamente la formulan los que están por labor de que pase, cuanto antes, el cáliz que afecta al PP. Bárcenas se ha llevado, presuntamente, sea como sea unos 60 millones de euros (que se sepa) y no se puede pretender que la gente no se preocupe que no tiene importancia que se sepa de donde salieron
Si se pretendía desatascar la vida política, el Presidente del actual Gobierno y su partido siguen atascados, y por ende España, como consecuencia. El Presidente del actual Gobierno tiene obligación de decir la verdad, y lo sorprendente es que no le creemos los ciudadanos, mientras que al que puede usar el derecho de mentir en su defensa de una imputación muy fuerte, le creemos. Algunos del PP dicen que estamos haciendo peligrar la estabilidad hablando de la corrupción en el PP. ¿No serán capaces de ver que el problema es lo que ellos, presuntamente hicieron antes? ¿No sería normal si no tuvieran nada que esconder que aclararan todos los extremos e interrogantes que se les formulan? Hasta catorce anotaciones del dinero negro (en B) en la contabilidad de Bárcenas figuran, también como que son ingresadas en la contabilidad A, esa que dicen los del PP que presentan al Tribunal de Cuentas y figuran como donaciones. ¿No hay nada que aclarar en este punto? Lamentablemente a lo que no se da contestación es a hechos contrastados y van siendo muchos ya.

No se puede saldar una cosa como esta señalando que sea Bárcenas quien tiene que explicar y no el Presidente del Gobierno, como aducen los del PP. El Presidente es el que se ha equivocado, según el ha confesado. Surge la duda razonable de ¿cómo sabemos que ha elegido bien los miembros de la dirección de su Partido y no se ha equivocado, como en este caso? Lamentablemente, cuando dice Rajoy que no le consta, puede estar encubriendo que se equivocó, pensando cartesianamente. Dicen que con Bárcenas se ha equivocado un solo año, que el otro tiempo fue Gerente. De momento hablamos de equivocaciones, pero es muy probable que tengamos que hablar, en breve, de otro tipo de actuación.

No parece que esto pueda ser un error, tiene pinta de corresponder a una trama. No se pueden pedir disculpas, solamente, porque esto es infantilizar. El error ha sido encubrirlo, de momento, porque los detalles desvelarán si hay algo más. Solamente cuando salen los SMS es cuando lo dejan caer y es cuando la corrupción le alcanza tanto al PP como a Rajoy. Tantos errores durante tanto tiempo, dando cobijo a Bárcenas es corrupción. Ningún país soporta una cosa así. Por ello, todo parece indicar, que lo razonable es continuar pidiendo la dimisión y no hay que descartar la moción de censura, como mecanismo para hacer comparecer a un Presidente esquivo, que se niega a explicar lo que ocurre.

No se puede aceptar de forma concluyente que todo lo ocurrido es un error. Los errores se dan en las relaciones personales. En política no hay error, la responsabilidad hay que aplicarla y no es la penal, que lleva su marcha y tiene su procedimiento. La responsabilidad política tiene mayor entidad, incluso, porque repercute en el país y , por tanto, en todos. Si se ha equivocado, no puede ser más candidato, de salida, si su partido se precia y debe dejar de ser Presidente. Rajoy ya ha sobrevivido a dos derrotas electorales y seguro que tiene más recorrido, porque se las arregló para salir indemne. Siempre parece vivir al límite. Lo han dado por amortizado varias veces, pero esta situación para él es la normalidad, si repasamos su biografía. Por cierto, nunca ha tenido el control que hoy tiene del PP. El único problema, en este momento, para los del PP son la oposición y los medio de comunicación. Rajoy pretendía con la comparecencia plantar un cortafuegos que cortara la situación asfixiante en la que se desenvuelve y había que finalizarla. Pero todo parece indicar que nada ha finalizado.

Rajoy y el PP no respetan al Parlamento y tampoco a la inteligencia de los españoles. Amparado en la mayoría parlamentaria, tiene una conducta que no deja de ser una especie de corrupción: abusar de la mayoría parlamentaria y usarla a placer. No es posible que con esta comparecencia y con lo ocurrido se 0pretenda saldar una cuestión como la que os ocupa. Los ciudadanos quieren saber si ha habido financiación ilegal, si ha habido encubrimiento. No es suficiente con un me he equivocado. El Presidente del Gobierno está contra las cuerdas. Es insuficiente la defensa numantina, con muchas dificultades y el dónde cuándo y por qué se ha equivocado, tiene que aclararlo. Torpe debilidad, ¡me equivoqué! ¡Fin de la cita!

Alberto Requena es presidente del Partido Socialista de Murcia