El presentador de Onda Cero, Carlos Alsina, quien pilota el programa Más de uno, se ha situado durante buena parte de la mañana de este lunes entre lo más comentado en redes sociales con motivo de un editorial sobre cómo la izquierda ha conseguido hacer de las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid una batalla dicotómica entre “fascismo o democracia”.

No está en peligro la democracia. No está en peligro la libertad. Lo que está en peligro es la decencia”, ha comenzado Alsina, quien ha lamentado que “es indecente frivolizar con las amenazas de muerte. Es repugnante no repudiarlas. Y es nauseabundo eludir la condena de una amenaza recurriendo al comodín ése, tan manido, del ‘condenamos todas las violencias’, que es lo que hace Vox cuando le preguntan por la carta con balas dirigida a Pablo Iglesias”.

A su juicio, el discurso de Vox no es más que “un viejo recurso éste de condenarlo todo para evitar condenar una amenaza concreta. El copyright lo tiene Bildu”.

No hay justificación para la amenaza, no hay excusas políticas para la amenaza y no las hay para trivializar con ella. Hoy hay que dar la bienvenida a quienes -ahora sí- proclaman con convicción que no hay causa política que justifique las cartas amenazantes y las balas”, ha apuntado, y ha añadido que “ ni las pintadas en la puerta de casa ni las dianas con la cara de un político. Ni la coacción y el chantaje para que el discrepante se largue”.

Según ha expuesto, es evidente que Podemos ha virado en cuanto a su discurso en los últimos años: “Hoy hay que dar la bienvenida a quienes hasta anteayer mantenían posiciones tibias y encontraban atenuantes políticos en la violencia que padecieron otros; quienes anteponían la filiación política del amenazado a la opinión que les merecía la amenaza”.

“Quienes siempre hemos denunciado y condenado las amenazas de muerte, las coacciones, el matonismo, el chantaje --que creo que somos la abrumadora mayoría de la sociedad--, quienes hemos repudiado los escraches, los insultos en el Congreso, la apropiación de los símbolos nacionales, la patrimonialización de palabras como libertad, democracia, patriotismo, convivencia, progreso, no vamos a tener ahora que justificarnos ante aquellos que han sembrado, alimentado y cultivado las tribus, los bandos, la gresca y la criminalización del adversario. No vengan a dar lecciones quienes juegan todos los días, desde hace años, a corromper la convivencia”, ha insistido.

Hay dos bandos, sí. Pero no se corresponden con las opciones políticas. Se corresponden con una actitud y una forma de entender la vida. En un bando están quienes promueven las trincheras, el odio, el acoso y los linchamientos. En otro están quienes abrazan la racionalidad, la ilustración, la crítica solvente y el respeto. Pregúntese cada cual dónde quiere estar. O dónde está. Y en qué se nota”, ha sentenciado.