Telecinco ha retirado de manera definitiva de su parrilla 'Mía es la venganza', confirmando este jueves que desplaza su emisión a Divinity a partir de la próxima semana. Una triste noticia que ha provocado la respuesta inmediata de su protagonista, Lydia Bosch, que se ha pronunciado a través de Instagram para dar sus impresiones y revelar el motivo real por el que se cancela la emisión del formato en la principal cadena de Mediaset.

"Estoy aquí para agradeceros de todo corazón el apoyo que estamos recibiendo cada uno de los componentes de la serie. Os merecéis alguna explicación. Quizás no puedo explicar todo, porque hay cosas que no podemos llegar a entender. A veces hay razones económicas, es cierto que era una serie muy cara, pero no vamos a entrar en esto. Ha pasado y lo que ha pasado es que hemos parado en el capítulo 110″, ha comenzado contando en su perfil de Instagram.

"Quedan más de 80 capítulos que podréis ir viendo hasta octubre. Son capitulazos porque los seguidores lo sabéis: es una serie que acaba en alto siempre y las historias habían tomado una velocidad de crucero. Las vais a ver hasta finales de octubre y se ha hecho un final muy digno para que no os quedéis con la miel en la boca", ha sostenido, recordando que la serie no ha acabado, sino que se ha cambiado a una cadena de menor impacto en la estructura de Mediaset España.

"Era una serie muy cara"

"Acabo de enterarme también que, a partir de la semana que viene, se emitirá en Divinity. Mañana viernes seguirá en Telecinco y, a partir del lunes, en Divinity. Es un canal que todos tenemos en casa, lo buscamos y nos podremos continuar viendo. Estamos orgullosísimos, tanto el equipo artístico como el técnico, de haber formado parte de ‘Mía es la venganza’. Dije que era una serie buenísima si se le daba tiempo. Con el boca a boca. Era un niño que necesitaba crecer y con tiempo sería una serie que gustaría a todos los telespectadores. El tiempo no lo hemos tenido", ha expresado, visiblemente triste, incluyendo en sus palabras un dardo a la decisión de Mediaset.

"Los que sí habéis tenido la oportunidad de engancharos, pues hace que este razonamiento que estoy dando sea coherente. Vuestros mensajes ratifican que es una serie buena y que os enganchan las tramas. Así que que estéis tranquilos y, si queréis, estaremos en Divinity. Las tramas cada vez van a más, sabéis que no os miento", ha añadido.

¿Motivos de audiencia?

Más allá de los motivos económicos a los que hace referencia Lydia Bosch, lo cierto es que las cuotas de pantalla del programa tampoco eran boyantes. En la jornada del 11 de julio, el programa anotó su mínimo histórico, con un pobre 6,2% de cuota media de pantalla y 646.000 espectadores, y su intento por hacerse un hueco e imponerse a las ofertas de la competencia se quedó en un mero espejismo. La ficción congregó un total de 1.400.000 televidentes únicos y una fidelidad del 44% en dicha fecha.

Sus datos no consiguieron estar por encima de la media de la cadena prácticamente en ninguna de sus emisiones, y tampoco rebasaron la barrera del duodígito. No obstante, ya se habían grabado aproximadamente dos temporadas para ser emitidas en la sobremesa de Telecinco. De un momento a otro, las grabaciones se paralizaron dejando en el aire por completo el grueso de sus tramas. Sin embargo, se ha podido saber que tendrá un final cerrado pese a lo inesperado de esta decisión. A partir del lunes 17 de julio, sus aficionados tendrán que sintonizar Divinity para no perderse el programa.

Así, la apuesta a una carta de Mediaset España por la ficción diaria, muchos años después de que se cerrase la exitosa 'Yo soy Bea', no ha tenido el resultado esperado. El grupo de comunicación con sede en Fuencarral (Madrid) se aventuró a poner en marcha 'Mía es la venganza' con la esperanza de poder hacerse un hueco entre los espectadores con un serial que narra aventuras en la actualidad, diferenciándose por completo de las históricas 'Amar es para siempre' o 'La Promesa'. Sin embargo, el destino del programa ha sido diferente al que buscaban y ha acabado fuera de la parrilla de Telecinco, tanto por los motivos que expone Lydia Bosch, como por su bajo éxito.