Los periodistas de TVE, a través de su Consejo de Informativos, han pedido que la televisión pública se abra a los demás líderes políticos, igual que ha hecho con las entrevistas a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Y las audiencias que obtuvo este miércoles Pablo Iglesias en Antena 3 parecen darles la razón. La falta de pluralidad no sólo perjudica su imagen, también sus cifras.
Tercer programa más visto del día
Y es que los dos Pablos (Iglesias en la visita a Motos) reunieron en El Hormiguero a 3.8 millones de espectadores, máximo histórico del programa. Lo que le convirtió también en el tercer programa más visto del día, sólo por detrás de la previa del partido de Champions entre el Real Madrid y el PSG, y del propio partido, que tuvo una media de 6.6 millones de espectadores.
Es verdad que El Hormiguero se vio favorecido por el público que le dejaba el fútbol, pero en cualquier caso son datos que sitúan esta entrevista muy por delante de los resultados que obtuvieron los dos pasados lunes Mariano Rajoy (2,2 millones) y Pedro Sánchez (2.1) en La 1, entrevistados por Ana Blanco en ese falso ‘remake’ de Tengo una Pregunta para Usted que ha maquinado la actual dirección de TVE.
Los periodistas piden una TVE abierta a todos
En las últimas horas, el Consejo de Informativos de la televisión ‘de todos’ ha hecho pública una nota en la que solicitan que “las entrevistas previas a las elecciones generales realizadas en La 1 en horario de máxima audiencia al presidente del Gobierno y al líder del principal partido de la oposición se extiendan también a los líderes de otras formaciones políticas”.
El Consejo, que dice que así se refleja la pluralidad de la sociedad, pide que la oferta incluya no sólo a “las fuerzas con una representación significativa en la legislatura recién finalizada”, sino que pide que se incluya también a las fuerzas que “la tendrán tras las elecciones del 20 de diciembre, como recogen todos los estudios demoscópicos”.
Rajoy más 'plural' que TVE
En su argumentación, los periodistas de TVE echan mano del comportamiento del propio Mariano Rajoy que, escriben, “ha reconocido como sujetos del debate políticos a esas nuevas formaciones emergentes al recibir hace tan sólo unos días a sus líderes en el Palacio de la Moncloa con el fin de llegar a acuerdos con respecto a la crisis en Cataluña”.
