Hace 17 años Felipe VI y Letizia Ortiz se dieron el sí quiero en la Catedral de la Almudena. Casi dos décadas de convivencia que, como en todas las parejas, ha tenido altos y bajos. Precisamente esos bajos han sido una incógnita hasta ahora.

La periodista Pilar Eyre ha desvelando en su columna en la revista 'Lecturas' cómo es la vida cotidiana que la sociedad no ve dentro de los infranqueables muros del Palacio de la Zarzuela donde viven los Reyes.

“Macho, es lo que hay”. Esas cinco palabras son las que siempre utiliza la reina Letizia cuando discute con su marido. Unas palabras que se habrían repetido más de una vez ya que el carácter de los dos monarcas hacen que los choques sean constantes.

"Aquella joven periodista que tardó casi tres años en darle el sí a Felipe porque temía perder su libertad se ha convertido en una mujer segura de su lugar en el mundo. Por su parte, aquel Felipe siempre a la sombra del padre, superprotegido por una madre que no tenía otro afecto que el suyo, rodeado de amigos pijos y novias problemáticas, también ha desaparecido. Ahora, Felipe está cómodo con sus responsabilidades, el problema catalán ha dejado de dominar su agenda y se siente arropado por Sánchez y los suyos", comenta sobre la situación de la pareja.

Además, desvela detalles de su carácter: “Es honrada, inflexible con las faltas ajenas, odia la hipocresía y está volcada en la educación de sus hijas”.

“Felipe ya no siente por su mujer aquel deslumbramiento de los primeros años (“Está encoñado”, decían los amigos) pero ha aprendido a disculpar sus fallos (impuntual, impertinente, sabihonda, caprichosa) y a valorar sus virtudes (responsable, trabajadora, aguda, curiosa, divertida)”, explica la periodista.

“Letizia, aunque se toma muy en serio su trabajo, disfruta de los piropos y la admiración que suele despertar su físico y le encanta arreglarse”, comenta.