Maruja Torres, en una imagen de su blog www.marujatorres.com



“De El País quedan restos, ruinas, excepciones y la fidelidad de los lectores más adictos. Ya no me creo sus informaciones”. Así de contundente se ha mostrado Maruja Torres sobre el diario en el que escribía hasta el pasado mes de mayo. Torres, quién fue despedida el mismo día en el que los ejecutivos del diario de Prisa se “blindaron los sueldos, las pensiones y los bonos”, también sostiene que El País es un títere del Gobierno.

Títere del Gobierno
“Sabemos que los diarios importantes están en manos del capital y del Gobierno. El lógico que hagan lo que quieran con ellos, incluido echar e imponer directores”, afirma Torres en la sección que protagoniza en la revista Mongolia. De hecho, la periodista y escritora califica al nuevo director de El País, Antonio Caño, como “una muy conservadora y afecta al poder, que saca partido de su conformismo”.

Mayo del 68
Precisamente, esta revista satírica dedica un reportaje a Antonio Caño, del que se afirma que llevará a cabo “la revolución pendiente que desde hacía lustros trataba de llevar a cabo Juan Luis Cebrián: arrancar de cuajo cualquier reminiscencia cultural de mayo del 68 en la redacción”.

Aún tienen margen
Aunque según Mongolia, “El País se ha ido tan a la derecha que cuesta imaginar cómo podría ser un nuevo giro, teniendo en cuenta que el 75% del consejo de Administración tiene vínculos directos con el sector financiero”, todavía existe aún cierto margen “para una vuelta de tuerca que culmine la revolución pendiente de Cebrián y Caño”.

El beneplácito del Príncipe
Además, la publicación mensual saca a relucir el beneplácito de la Casa Real ante el nombramiento de Caño, quien “tiene una larga amistad con el Príncipe Felipe, larvada en la década de 1990 cuando el periodista cumplía su primera esta como corresponsal en Washington y el heredero estudiaba en Georgetown”. Entonces, “la esposa de Caño estudiaba el mismo máster y la pareja intimó con el príncipe y hasta le brindó protección para que pudiera vivir su relación sentimental con Gigi Howard fuera del foco de las cámaras”.

El e-mail del delito
En su información, Mongolia también se hace eco del correo electrónico que, poco antes de ser nombrado director de El País, Caño mandó por error a sus compañeros en lugar de a Juan Luis Cebrián, en el que insinuaba la necesidad de derechizar el periódico.

Quo Vadis, Juan Luis?
Lo que queda claro es que tras su nombramiento, El País ha inundado sus páginas  con loas y guiño de complicidad hacia Mariano Rajoy. Tal y como ha recordado el director de ELPLURAL.COM, Enric Sopena, el diario de Prisa incluso ha rozado el ridículo tras la publicación de algún artículo que más bien podría calificarse como propagandístico.