El multitudinario concierto de Raphael en el Wizink Center sigue dando de qué hablar. Alrededor de 5.000 personas asistieron a la primera ceremonia musical más grande desde que comenzó la pandemia en España, aunque solo se llenó el 30% del aforo total. 

A pesar de las medidas de seguridad, las imágenes y vídeos del acto estallaron en las redes sociales, provocando la desaprobación y descontento  de múltiples usuarios por permitir un evento de tales características con el reciente repunte de casos de coronavirus y la celebración de la Navidad a la vuelta de la esquina.

Tal ha sido el revuelo que algunos famosos se han aventurado a opinar sobre él. Anabel Alonso, por su parte, ha sido una de las que se ha sumado a las críticas. “Si invito a Raphael en Navidad, podemos juntarnos hasta 5.000 ¿no?”, escribía en su cuenta de Twitter.

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Tras el popular 'tuit' de la actriz, Toni Acosta también ha relevado su opinión al respecto, contradiciendo así a su compañera de profesión. La intérprete de 'Padre no hay más que uno' ha dado la cara por su exsuegro Raphael, ya que estuvo casada con su hijo Jacobo Martos Figueroa. 

“Querida Anabel Alonso, si tu casa mide lo mismo que el WiZink Center y tomas las mismas medidas de seguridad que en el concierto, guárdame tres sitios por favor, que vamos mis hijos y yo. Gracias por tu generosidad. Feliz Navidad”, escribía Acosta por Instagram.

El propio Raphael se manifestó ante tanto revuelo en sus redes sociales, asegurando que las medidas de seguridad se cumplieron, dando las "inmensas" gracias a los asistentes al evento y recordando de esta manera que "la cultura es segura". El concierto estuvo dividido en dos partes, una el sábado y otra el domingo, congregando así a 5.000 personas distintas en los dos días.

Por otro lado, expertos sanitarios como Javier Padilla alertó que el verdadero peligro venía de las reuniones que los asistentes podrían mantener al salir del recinto, un escenario donde podrían darse los contagios. Mientras, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se mostraba "disgustado" ante esta celebración argumentando que "no son tiempos para ello".