La presentadora del programa de la Cadena SER Hoy por hoy, Àngels Barceló, ha aprovechado las elecciones alemanas y el comportamiento de los distintos candidatos para afear al president de la Generalitat, Pere Aragonès, y al líder del PP, Pablo Casado, su actitud con respecto a la detención de Carles Puigdemont en Cerdeña durante la noche del pasado jueves.

Barceló ha valorado que “los candidatos a las elecciones alemanas se sentaron ayer, juntos, en un plató de televisión para hablar de futuras coaliciones sin que ni siquiera los resultados de los comicios que se acababan de celebrar fueran oficiales”. “Es una de las particularidades de las jornadas electorales alemanas. Lo llaman 'la ronda de los elefantes' y da una idea de la tradición pactista y negociadora de la política en ese país. No solo se llaman y se contestan, sino que la misma noche electoral y, públicamente, empiezan a negociar posibles alianzas, recuerdan sus programas electorales e intentan seducir a aquellos que necesitan”, explica.

La periodista destaca que no se trata de “cultura de coalición”, sino simplemente de “cultura política”: “Los ciudadanos, con sus votos y sin ninguna mayoría absoluta, han dado a los candidatos políticos el mandato de tener que negociar. Y ellos, sin perder ni un minuto, sin cuestionar el voto, se han puesto a hacerlo. No es de extrañar que nos llame la atención observándolo desde un país en el que parece que la palabra negociar o pactar se ha convertido en sinónimo de debilidad”.

En este punto, Barceló ha lamentado que en España “somos más del ruido”, y ha mentado dos ejemplos que han ocurrido este mismo fin de semana con motivo de la detención de Puigdemont.

Uno de ellos tiene como protagonista al president de la Generalitat, quien aún está “sometido al efecto Puigdemont” y, en consecuencia, “pide la libertad completa para el expresident aún sabiendo que esto es una cuestión judicial, con un proceso en marcha que tiene su curso”. “Aragonès lo sabe, pero pide la libertad completa y si no se la dan, ya tiene el argumento para seguir hablando de la fábula de la represión”, apostilla.

“Y luego, con el mismo terma, está Pablo Casado que el sábado le exigía a Pedro Sánchez que hiciera todo lo posible para que Puigdemont fuera entregado a España. Exactamente, ¿qué es lo que tenía que hacer el presidente del Gobierno? ¿Interferir en la acción de la justicia? ¿Invadir Italia? ¿Abrir un conflicto diplomático?”, ha cuestionado Barceló.

A su juicio, “las palabras tanto de Aragonès como de Casado son un auténtico peligro porque dan a entender que no hay reglas de juego, que si el Gobierno no hace lo que ellos sugieren es porque no quiere y no porque, afortunadamente, en democracia el marco de cada uno de los poderes está bien delimitado”.