El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, estuvo en el programa Hora 25 para analizar la actualidad judicial devenida del encarcelamiento del exvicepresident cesado, Oriol Junqueras, y otros siete exconsellers. Maza ha tocado varias aristas, como la velocidad de los tiempos de la Justicia en este caso concreto, así como el delito de rebelión. Y todo ello lo ha hecho bajo un denominador común: una actitud chulesca.

Maza ha justificado el motivo por el cual él mismo firmó la querella contra el ya Govern de Carles Puigdemont y la Mesa del Parlament. Con un elevado tufo a soberbia, “lo firmo por la importancia y por respeto a la trascendencia y la entidad de las personas con las que me estoy querellando”. Unas palabras que rápidamente quiso matizar: “No lo digo con la más mínima chulería, todo lo contrario. ¡Qué más quisiera yo que no haberlo firmado!”.

Pero no fueron las únicas palabras que denotaron su chulería. José Manuel Maza lanzó un dardo envenenado y una advertencia a la oposición que le reprobó en el Parlamento. “Fui reprobado en el parlamento acusándome de que yo podía estar haciéndole el juego al Gobierno para impedir que se persiguieran los casos de corrupción. Al cabo de un año, en fin, que alguien me diga, si se ha parado algún asunto. Y fui reprobado por el parlamento en una figura que no existe porque el parlamento no puede reprobar al fiscal general, pero bueno me llevaron. Quienes lo hicieron tienen que pensar un poco lo delicado que es tratar así a las instituciones”. “Actuaron hasta con cierta frivolidad”, aseguró Maza. “A las instituciones se le debe dar otra confianza. Examinar hasta la última coma, pero examinar con rectitud, sin partidismo”, sentenció el fiscal general.

En cuanto a la rapidez con la que fueron citados Junqueras, los exconsellers y los miembros de la Mesa y la velocidad con la que el Govern ha ingresado en prisión (no así los miembros de la Mesa, cuya declaración fue pospuesta hasta el próximo 9 de noviembre), Maza cree que es normal. “Los tiempos no son siempre igual de rápidos…”, le dice Àngels Barceló, a lo que el fiscal general responde: “Los hechos arrancan hace dos años. Bastante paciencia ha tenido el sistema y el Estado de Derecho”.

Asimismo, Maza ha asegurado que en ningún momento ha hablado con el Gobierno para tratar asunto alguno sobre la querella y que “no estoy satisfecho” porque “nunca jamás satisface pedir para una persona su privación de libertad y ver que esa persona sufre una privación de libertad. Te deja un gusto triste”. Eso sí, añade que “aquí se estaba avisando, retráctense. El Estado de Derecho podrá tardar, pero siempre llega”.