El Museo de la Ciencia CosmoCaixa, de la Fundación “la Caixa”, presenta Dinosaurios de la Patagonia una atractiva exposición que repasa la evolución de los distintos dinosaurios que tenían esta región como hábitat hace ya más de 200 millones de años. Se trata de una muestra creada por el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), que podrá visitarse hasta el 2 de junio de 2024.
La experiencia permite andar entre reproducciones a escala real de trece enormes dinosaurios, gracias a los que se pueden conocer tanto sus características, sus diferencias y las épocas en que vivieron, como la evolución de linajes de carnívoros y herbívoros. La joya de la corona es, como no podía ser de otra manera, la réplica del Patagotitan mayorum, el mayor dinosaurio patagónico conocido, descubierto durante este mismo siglo. Este portento de 38 metros de largo, 20 metros de altura y 77 toneladas de peso fue encontrado hace solo once años en la provincia de Chubut (Argentina), y equivale a 14 elefantes africanos. Otras réplicas de dinosaurios, siempre a escala real, presentes en la muestra varían desde los más grandes, como el Tyrannotitan chubutensis, hasta los más pequeños, como el Manidens condorensis, de solo 75 centímetros. También es importante la antigüedad de cada uno de ellos, y por eso destacan el Eoraptor lunensis y el Herrerasaurus ischigualastensis, que vivieron hace unos 230 millones de años, lo que los convierte en los más antiguos.
La muestra se complementa con interesantes audiovisuales del entrono en los que fueron encontrados los restos del Patagotitan, así como imágenes del proceso de excavación. Estos trabajos se prolongaron por tres años, a los que hubo que sumar dos más de trabajo de laboratorio, algo que involucró a más de cien profesionales de distintos campos relacionados con la investigación. A lo largo de la visita, se pueden ver dinosaurios pertenecientes a los tres períodos que componen la era mesozoica: Triásico, Jurásico y Cretácico. La Patagonia se ha revelado en los últimos años como uno de los yacimientos más ricos del planeta, por lo que cada día conocemos más sobre estos gigantes de la era mesozoica, que vivieron hace aproximadamente entre 230 y 66 millones de años. Hablamos de animales entre cuyas características estaba la de ser capaces de moverse de forma bípeda o cuadrúpeda, gracias a que tenían las extremidades sostenidas directamente debajo del cuerpo. Algunos, además, poseían estructuras óseas adicionales, tales como crestas, cuernos o corazas, y su variedad era tan amplia que su gama de adaptaciones a diferentes ambientes y estilos de vida era inagotable.
A medida que el visitante se adentra en la exposición va descubriendo que, por ejemplo, los dinosaurios terópodos carnívoros tenían un privilegiado sentido del olfato, algo que podría explicar la existencia repetida de un orificio entre las cuencas de los ojos. Otro de los puntos de interés es el de la enorme variedad de longitudes que presentan los diferentes cuellos. Destacan en este punto el del Brachytrachelopan, cuyo cuello era aproximadamente el 75% de la longitud de su columna vertebral dorsal, y el del Patagotitan, en cuyo caso llegaba hasta un 400%. En cuanto a la existencia de unos sacos de aire conectados con los pulmones, en contra de lo que mucha gente cree, las verdaderas herederas directas de los dinosaurios son las aves.
En la Patagonia, los nuevos descubrimientos se centran en los múltiples restos encontrados en rocas sedimentarias. Hay que recordar que en los inicios de la era mesozoica, los continentes estaban unidos en un solo bloque de tierra, conocido como Pangea, lo que hacía que la actual Patagonia estuviera pegada a la actual África. Las características propias que fue adquiriendo, de tierra boscosa, selvática y pantanosa, en la que vivieron aquellos dinosaurios, a sitio árido, permiten que hoy podamos disfrutar de los restos mejor conservados del hemisferio sur.
Con Dinosaurios de la Patagonia, CosmoCaixa recibe por cuarta vez, desde su inauguración en 2004, una exposición que tiene como protagonistas a estos animales, después de Iguanos, protagonizada por los esqueletos de iguanodontes mejor conservados del mundo; de Dinosaurios. Tesoros del desierto de Gobi, con más de 40 piezas fósiles originales; y de T. Rex, que exhibió el esqueleto de Trix, uno de los más grandes depredadores que habitó nuestro planeta, de casi 70 millones de años de antigüedad.