Estudiantes excelentes con escasos recurso económicos se han visto beneficiados por las becas de grado de la Fundación “la Caixa”. En la búsqueda permanente por reducir la brecha socioeconómica, se promueve así la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación universitaria. Se trata del tercer año en el que se otorgan estas becas y nuevamente son 50 los receptores de las mismas (se habían recibido casi 500 solicitudes), por lo que el número de jóvenes que llegan a la universidad gracias a dichas ayudas asciende ya a 150. Los 50 becarios seleccionados provienen de 24 provincias españolas: seis de Barcelona, cuatro de Madrid, cuatro de Málaga, cuatro de Murcia, tres de Alicante, tres de Santa Cruz de Tenerife, tres de Valencia, dos de Albacete, dos de Badajoz, dos de Baleares, dos de Cádiz, dos de Las Palmas, dos de Toledo, y uno de Asturias, Ávila, Girona, Granada, Jaén, La Rioja, León, Lugo, Sevilla, Teruel y Valladolid, respectivamente. Todos ellos empezarán a cursar estudios de grado o enseñanzas artísticas superiores a partir del mes de septiembre. En cuanto a los grados elegidos, los más demandados son Derecho, siete en total; Medicina, cinco; Ingeniería Aeroespacial y Administración y Dirección de Empresas, cinco cada uno. Y si hablamos de los centros que recibirán a los becarios, la mayoría se reparten en la Universidad de Barcelona, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Granada y la Universidad de Málaga. Todos ellos recibirán a cuatro beneficiarios cada uno.
¿En qué consisten estas becas de grado? Se trata de una dotación económica mensual de 600 euros para cada estudiante, algo que por supuesto facilita la dedicación plena y a tiempo completo a sus estudios. A esto hay que sumar las ayudas iniciales para adquirir material y equipamiento informático, además de ayudas complementarias en los casos de estancias internacionales, cursos de idiomas o programa de acompañamiento y formación en habilidades transversales. Las becas de grado no son más que una pequeña parte del programa de Becas de la Fundación “la Caixa”, que nació hace más de cuarenta años con la idea de fomentar la movilidad internacional y de impulsar la formación de excelencia y la investigación en las mejores universidades y centros de investigación del mundo. Con el tiempo se fueron incorporando programas de doctorado y posdoctorado en España y Portugal, para así atraer y retener el mejor talento investigador nacional e internacional. Por último, hace dos años, nació el proyecto que nos ocupa, que cubre todas las etapas de formación universitaria y posuniversitaria, a la vez que da un nuevo giro y combina, por primera vez, la excelencia académica que tanto caracteriza estas ayudas con la equidad social. En total, ya son casi 6.000 los estudiantes e investigadores que han obtenido una de estas becas.
Isidro Fainé, presidente de la Fundación “la Caixa”, ha declarado: “Sabemos que muchos jóvenes con talento y dedicación se ven obligados a abandonar su deseo de ir a la universidad por razones económicas. Con estas estas Becas, queremos contribuir a que estudiantes de excelencia académica que han crecido en entornos de necesidad, y que han cultivado el esfuerzo, la constancia, el conocimiento y la sensibilidad, puedan llegar tan lejos como se propongan”.
Como este programa ya tiene historia, durante la segunda semana de julio, los beneficiarios de la primera edición, que tuvo lugar en 2021, han tenido la oportunidad de protagonizar, en Barcelona, el primer encuentro de becarios de grado. Han sido cuatro días en los que han podido compartir ideas, estrechar lazos o adquirir nuevos aprendizajes a través de visitas formativas y sesiones con orientadores del programa. El encuentro en Barcelona finalizó con un acto de reconocimiento a los becarios de la primera convocatoria celebrado en el Museo de la Ciencia CosmoCaixa. Muy representativas son las palabras de Joaquín Márquez, becario nacido en Argentina y criado en España, que asegura que la beca ha cambiado su vida radicalmente. “Me está permitiendo realizar los estudios que quería en la universidad que quería. Es un reconocimiento al esfuerzo que realicé en el instituto y ha hecho que sienta que mi talento no tiene límites. Esta beca es una oportunidad para todos nosotros, que estamos dispuestos a comernos el mundo y hacer de él un lugar mejor”, añade Márquez, que estudia Física en la Universidad Complutense de Madrid.