El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha cargado este miércoles contra el "procés invisible" de Madrid y la "competencia desleal" que, a su juicio, ejerce la Comunidad respecto a otras zonas porque, según ha dicho "atrae bases imponibles de otros territorios".

En su intervención en el Desayuno Informativo de Europa Press, Puig se ha quejado de las rebajas fiscales de Madrid para las rentas altas "gracias a las ventajas de la capitalidad, que concentra actividades públicas y privadas y que permite hacer dumping fiscal". De igual manera, el President ha lamentado que el excesivo centralismo de la región que preside Isabel Díaz Ayuso pueda llevar al país a otra fractura territorial y se ha mostrado muy crítico con esta forma de hacer de la lideresa popular, a quien deja la siguiente declaración: "Incluso fuera de Madrid hay vida inteligente".

En su denuncia hacia el centralismo económico y administrativo de la capital, Puig sostiene que las "vértebras" que sostienen el "desafío" territorial "están dislocadas" y pide una "descentralización" de los poderes poniendo como ejemplo a Alemania, donde "cada instancia judicial está en una ciudad". Reclama también una financiación más justa: "Es importante que a todos nos vaya bien, porque eso repercutirá en el bien común".

La fiesta Nacional, en distintas 'sedes'

Entre otras de sus propuestas para comenzar a eliminar el "centralismo" de la Comunidad de Madrid, destaca la de celebrar la Fiesta Nacional en distintas 'sedes'. Es decir, que cada año tenga lugar en un territorio diferente.

"Reivindico la descentralización de las estructuras, y pongo otro ejemplo, quizás menos relevante, pero muy simbólico: '¿Por qué la Fiesta Nacional se celebra siempre en el mismo sitio?'. Propongo que se celebre cada año en una ciudad distinta, para coser este país", ha señalado.

Vuelve a defender los indultos

El Presidente valenciano ha vuelto a defender al líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y su postura sobre los indultos a los líderes del procés, como ya hizo hace un mes cuando algunos barones socialistas se posicionaron en contra de ellos. Puig vuelve a señalar que se trata de un paso "valiene y sensato" y los considera el principio del fin a una década "de ruido y furia". 

"Es una apuesta de diálogo que permite abrir horizontes de expectativas, aunque sean complejas", desliza durante su intervención en los desayunos informativos organizados por la agencia.