Concepción y Loli, dos señoras que han asistido al mitin de Vox, sostienen que en en este partido “están los verdaderos” y que lo que dicen “es muy real”. “Es el único partido que lo sabe hacer. El resto son unos corruptos y unos sinvergüenzas”, prosiguen, añadiendo que “la lástima es que Pablo Iglesias no esté en el otro barrio, que se vaya a su puto país, porque es de Venezuela”.

Además, lo tildan de “hijo de puta” y sentencian diciendo que la mujer [en referencia a Irene Montero] “que se baje más las bragas”. Intolerables comentarios comandados por Concepción, la más ultra, que dan buena fe del momento de crispación que se está viviendo en esta campaña electoral marcada por una extrema derecha incapaz de condenar las amenazas de muerte recibidas por Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.

Ellas, sin embargo, no han sido las únicas simpatizantes de Vox que han puesto en duda la amenaza de muerte. Son muchos los que inciden en que las balas son detectadas por Correos y que todo ha sido una invención del candidato morado para dar un vuelco a la campaña electoral ante los malos resultados que le vaticinan las encuestas.

Salvo estas barbaridades, llegando a desear la muerte del candidato de Unidas Podemos, el mitin ha transcurrido sin incidencias debido al fuerte dispositivo policial desplegado en San Sebastián de los Reyes para controlar el aforo de la plaza de toros, donde se ha celebrado el acto, y la multitud desplegada frente a una gran pantalla en el exterior.