El pleno de Les Corts Valencianes ha sido suspendido hoy jueves por su presidenta, Llanos Massó (Vox), después de que se haya vivido un momento de plena tensión debido a los gritos de la oposición que reclamaban la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.

El conflicto se desató tras unas controvertidas declaraciones en tono burlesco del conseller de Educación, José Antonio Rovira, sobre la agresión sufrida por Pedro Sánchez en Paiporta, afirmando que el presidente del Gobierno “salió por patas” durante su visita con el rey. El comentario de Rovira, acompañado de un gesto con las manos, desencadenó una reacción por parte de Compromís, cuyo portavoz, Joan Baldoví, abandonó su escaño indignado.

El clima en la Cámara se volvió aún más hostil cuando el diputado de Compromís, Carles Esteve, cuestionó entre reproches las risas inadecuadas del Partido Popular. En ese momento, José Juan Zaplana, diputado del Partido Popular, respondió de forma despectiva a Esteve con un "de ti", refiriéndose a que las burlas iban dirigidas hacia él.

La crispación se extendió rápidamente debido a que la oposición exigía la dimisión de Mazón por presuntos contratos a dedo y tachaba de “intolerables” las burlas hacia Sánchez, además de exigir "respeto" a las 223 víctimas causadas por las DANA. En medio del caos, el socialista José Muñoz pidió la palabra para reclamar una rectificación al conseller de Educación subrayando la gravedad de estos comentarios.

La tensión siguió aumentando cuando Isaura Navarro, diputada de Compromís, recriminó al conseller su falta de sensibilidad por no haber acudido a Massanassa tras el trágico fallecimiento de un operario de Tragsa en un colegio. Por su parte, Susana Camarero, vicepresidenta del Consell, tampoco se libró de las críticas, ya que fue cuestionada sobre si apoyaba las burlas y actitudes irrespetuosas de algunos de sus compañeros de partido.

Mazón eleva la tensión con sus provocaciones

Cuando Mazón tomó la palabra, continuó con un tono provocador al afirmar: “Yo me quedé en Paiporta con el rey y otros no”. Sus declaraciones desataron una fuerte reacción de la oposición, cuyos diputados comenzaron a gritar “Mazón dimisión”.

Ante la creciente tensión, la presidenta de la Cámara asumió que controlar la situación se había vuelto “imposible” y se vio en la obligación de suspender el pleno.