El Hospital Isabel Zendal ha estado en el foco mediático desde el momento en el que se planteó el proyecto. Después de recibir infinitas críticas por parte de los profesionales de la sanidad y de sindicatos por sus condiciones, su estado, habiéndose abierto antes de estar acabado, y su sobrecoste, se suma a ello que se amenace y penalice a los sanitarios que se niegan a ser trasladados al centro. Así, tal como lo han explicado sanitarios a la Cadena Ser, las primeras impresiones son nefastas.

“La calidad asistencial deja mucho que desear. Faltan protocolos, procedimientos, conocimientos, organización y personal al mando que hayan organizado todo esto”, explica un sanitario al mismo medio. “Es un caos. Siempre falta material. Cuando no son guantes es alcohol o pijamas para los pacientes. Y las basuras son enanas (muy distintas al estándar hospitalario), por lo que se han tenido que improvisar con cajas de cartón”.

Las condiciones del Zendal, definido por Ayuso como “uno de los mejores hospitales del mundo” dejan mucho que desear, porque además de las basuras improvisadas con cajas de cartón, hay dos baños con dos retretes cada uno para 48 pacientes. Los sanitarios explican que algunos de los pacientes ingresados han intentado ducharse, pero que lo han desestimado por la suciedad que presentan.

Relacionado Los abuelos que vencieron el coronavirus y dijeron no a Ayuso: "No nos vamos al Zendal, nos negamos"

Además, la cadena también revela que para apagar las luces por la noche, los profesionales del centro se han visto obligados a ir bajando fusibles sin saber qué se estaba apagando exactamente: “Algunos controles de enfermería aún no tienen techo, así que nos quedamos a oscuras. Igual que algunos baños del personal”.

No obstante, las deficiencias también llegan a las UCI, lugar al que van a parar los pacientes más críticos. A pesar de que tienen un diseño de nueva generación, con puertas que se abren con solo acercar la mano, con doble puerta y capacidad de genera presión negativa, le falta dotación “que es básica en otras UCI”. “A la hora de intubar tenemos que calcular el neumotaponamiento a ojo, cuando lo habitual es tener un ‘neumo’ que te marca la presión que el tubo está ejerciendo en las paredes de la tráquea”, relata otra sanitaria a la Ser comentando que cuando llegaron tampoco tenían ni los protocolos más básicos.