Isabel Díaz Ayuso ha sido elegida formalmente presidenta del PP de Madrid. Era su gran aspiración, su siguiente paso, el proceso natural de una dirigente que defendió el derecho a liderar con un resultado astronómico en las urnas y el calor de una ciudadanía que la ha posicionado como el baluarte con más tirón dentro del organigrama popular. Conseguido el objetivo, toca darle forma, y la remodelación de las Nuevas Generaciones será el siguiente paso: “Quiero jóvenes del PP, no viejos de NNGG (…) Quiero un equipo que ceda el testigo sin caer en la decadencia”.

Con estas palabras, la presidenta del PP madrileño demostraba este viernes que no demorará una renovación plagada de claroscuros: la presidencia de NNGG Madrid lleva en manos de Ana Isabel Pérez Baos desde 2013, fruto de un proceso de remodelación juvenil que se ha venido retrasando en el tiempo por intereses contrapuestos. Fuentes cercanas a la todavía líder de los jóvenes populares defienden el trabajo realizado, culpan a la Comunidad de Madrid de abrir una caza de brujas injustificada y sostienen que lo único que han hecho es trabajar por el interés del partido y de la propia Ayuso en este tiempo cercano.

Frente a ellos, desde Sol condenan la cercanía del aparato con Ángel Carromero, ex asesor de José Luis Martínez-Almeida y principal señalado en la trama de espías que presuntamente se orquestó desde la fontanería del Ayuntamiento de Madrid para reducir las aspiraciones de Ayuso en su voluntad de convertirse en la presidenta de la delegación con más peso dentro del partido a nivel nacional. Las críticas no se circunscriben a las altas esferas del entorno de la presidenta, sino que algunos de los llamados a formar parte de la dirección de las renovadas NNGG condenan que Pérez Baos "no sabe trabajar en otra cosa y busca seguir aferrada a un carguito": “El entorno de Ayuso sabe que lleva meses paseándose por medios y luego llama a gente del PP a ver si le cae algo cuando la quiten”, prosiguen estas mismas fuentes.

La cesión de cargos no se hará esperar. Fuentes consultadas señalan que el proceso, a más tardar, podría celebrarse a principios de septiembre, aunque también apuntan a que las voluntades de Ayuso se reducirían a unas elecciones en tres semanas. Por el momento no se conoce quién será el nuevo presidente de NNGG, aunque las quinielas ya empiezan a poner varios nombres sobre la palestra: Marina Pont, concejal en Majadahonda que parte por detrás en las apuestas por su amistad con Carromero; Ricardo Calle, a quien también le perjudica su cercanía con el ex asesor de Almeida al conseguir ser vocal vecino en el Ayuntamiento gracias a él; y Elisa Vigil, presidenta de NNGG en Tetuán y diputada autonómica a sus 27 años de edad. No se descarta, tampoco, un perfil universitario, que cuente con el aval de su juventud: “Quiero que nuestra organización juvenil cuente y que siempre se le escuche. Que no pierda el espíritu universitario y el inconformismo. Que piensen y busquen nuevas soluciones. No hay un Gobierno fuerte del PP sin su manifestación de la izquierda en la puerta”, indicó este mismo viernes en el Congreso Autonómico la propia Ayuso, dando alas a esta teoría.

Con los nombres todavía en liza, lo que sí que está claro es que las negociaciones serán duras: “El equipo que salga va a ser o uno de consenso entre simpatizantes de Carromero y de Isabel o uno puramente diseñado por Ayuso para quemarles y que limpien todo rastro de Carromero. Se va a vivir una especie de guerra civil dentro del PP con los tentáculos de Carromero”, indican fuentes populares conocedoras de los pasos que se están dando tras bambalinas.

Las quejas de las NNGG salientes

Las críticas de la Puerta del Sol no han sentado nada bien en la cúpula actual de las NNGG de Madrid. Fuentes cercanas a la actual presidenta, Ana Isabel Pérez Baos, explican que no saben desde dónde se vierte “la animadversión” hacia su legado, ya que, sostienen, lo único que han hecho es remar por el partido: “Nosotros, le gustemos o no a Sol, no hemos hecho más que trabajar en defender el proyecto del partido. Un claro ejemplo es la campaña electoral que hizo NNGG en la campaña autonómica de 2021, donde ninguno de la dirección íbamos en la candidatura y sin embargo nos dejamos la piel para su victoria electoral”.

Tampoco ha gustado que desde el entorno de Ayuso se acuse a la dirección de no querer renovar los espacios, dilatando los tiempos y poniendo trabas: “Llevan años tratando que Ana Isabel dimita para poner una gestora (a dedo) y no tener que convocar las urnas. Lo sano y democrático son las elecciones. Sabemos que nuestro mandato está agotado y lo que procede es convocar un Congreso, y eso es lo que, nosotros mismos, hemos pedido a Génova en innumerables ocasiones”.