Desde que se inició la desescalada, Fernando Simón y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, han venido llamando la atención acerca del cumplimiento de las recomendaciones sanitarias para evitar contagios. La conclusión del Estado de Alarma se vio como el termómetro perfecto para comprobar, por un lado, la capacidad de las Comunidades Autónomas para fiscalizar y hacer cumplir las normas en materia de salud pública, tal y como algunas de ellas, en particular las gobernadas por el PP y aquellas presididas por nacionalistas o independentistas; por otro, el nivel de civismo de la ciudadanía. 

En general, tal y como repiten los expertos, parece que las cosas se están haciendo bien salvo excepciones, algunas escandalosas. Sin embargo, ahora mismo, en Galicia preocupa y mucho lo que ocurre en la Mariña lucense. 

Hoy mismo el Servicio Galego de Saúde ha informado del incremento en 12 el número de contagios que alcanzan ya a 59 personas, mientras alrededor de medio millar permanece confinada en sus casas.

Los datos preocupan y buena muestra de ello es la reunión urgente y de carácter telemático que la Consellería de Sanidade celebró esta misma mañana con los alcaldes de los municipios afectados. En dicho encuentro virtual, en el que participaron por parte del departamento regional el gerente del Sergas (Servizo Galego de Saúde), Antonio Fernández Campa; el director generla de Salud Pública, Andrés Paz-Ares; el de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal; y el subdirector general de Información sobre Salud y Epidemiologóa, Xurxo Hervada, entre otros. 

En la reunión se solicitó a los regidores, de nuevo, su colaboración para que se cumplan las medidas de control y vigilancia de la pandemia. Una vez más, a modo de recordatorio, las autoridades sanitarias gallegas insistieron, como señala la Xunta en un comunicado, en la “necesidad de cumplir una serie de medidas de higiene y prevención en el conjunto de las actividades que tengan carácter público”. Sin olvidar también el tema de aforos en locales y actividades al aire libre. 

Asimismo, se subrayó a los alcaldes participantes su facultad para abrir los expedientes sancionadores que, en su caso, puedan proceder en los supuestos de incumplimiento de las normas. 

A pesar de que en un primer momento parecía que este rebrote estaba controlado, el aumento de contagios cada día, aunque en un número pequeño, está provocando cierto temor a una marcha atrás en la desescalada, tal y como sucedió en algunas comarcas de Huesca. 

Si esto llegara a producirse, no hay que olvidar que Galicia celebra sus elecciones el próximo domingo día 12. Ahora mismo, la campaña electoral se ha visto afectada por formaciones como Galicia en Común y el Bloque Nacionalista Galego han suspendido actos que tenían previsto en la Mariña lucense debido al coronavirus. 

Precisamente, Ana Pontón, candidata del BNG, ha reclamado con urgencia a la Xunta de Galicia un protocolo de actuación ante este episodio que calificó de “previsible”, al tiempo que acusó a Alberto Núñez Feijóo de que “está respondiendo desde la improvisación y con frivolidad”. 

Al presidente gallego en funcione, que ha dedicado los últimos días a hablar del riesgo de una abstención alta y a animar a los mayores a que vayan a votar sin miedo, se le he generado un problema sobre un asunto, el COVID-19, que hasta ahora solo le había reportado elogios. Si la situación en la Mariña lucense se complica, no se descarta la adopción de medidas más restrictivas en materia de movilidad.