Las empresas demoscópicas ya han encendido sus cocinas ante las dos citas electorales que se celebrarán en España en los próximos meses. Primero llegará País Vasco que, el 21 de abril, elegirá si la alternativa nacionalista que se alza con la victoria es de izquierdas (EH Bildu) o de derechas (PNV). Escasas semanas después, el 12 de mayo, los catalanes acudirán a las urnas para decidir el camino que debe seguir el conflicto durante los próximos cuatro años. Y lo harán sabiendo que la candidatura de los conservadores liberales de Junts per Catalunya la encabezará Carles Puigdemont.

“Ahora que está la oportunidad, no podría renegarla por razones de comodidad personal", justificaba el perseguido por la Justicia su vuelta a la primera línea, la cual nunca ha abandonado en la práctica. "He decidido presentarme a las próximas elecciones al Parlament de Cataluña", relataba desde Elna (Francia), evidenciando que su poder entre los postconvergentes es igual de fuerte que el primer día. Un escalofrío recorría este jueves el cuerpo de muchos catalanes que, a golpe de flashback, volvían a 2017 al escuchar: “Mi candidatura a la restitución de la Generalitat para tomar el camino que la represión y división bloquearon”.

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Las palabras del que fuera presidente de la Generalitat anuncian su pretensión y los votantes deberán decidir en que lugar le ubican. Por el momento, la última encuesta realizada por el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), conocido como el CIS catalán, no es muy halagüeño parado los independentistas de derechas. El PSC se alzaría con la victoria de forma holgada, superando los resultados que disfruta actualmente. A continuación, ERC mantendría la segunda plaza y dejaría a los de Puigdemont en una tercera posición castrante. No obstante, el anuncio de la vuelta del afincado en Bruselas puede cambiar el tablero político.

¿Cómo valoran los catalanes a Puigdemont?

El primer sondeo realizado por el CIS catalán desarrolló su trabajo de campo entre el 9 de febrero y el 7 de marzo, momento en el que todavía no se conocía que habría un adelanto electoral ni que Puigdemont encabezaría la candidatura de Junts. Sin embargo, el nombre del líder de los conservadores catalanes está muy presente en el estudio y puede mostrar por dónde van los tiros. El expresidente es, con ventaja, el líder más conocido del territorio y tan solo un 2% de los encuestados asegura no saber quién es.

A este le siguen Oriol Junqueras (94% de conocimiento) y cierra el pódium independentista Pere Aragonès (85%). El candidato mejor posicionado y al que todas las encuestas dan como vencedor, Salvador Illa, aparece con un 80%. No obstante, no siempre más conocido es sinónimo de buen resultado y, en este caso, la valoración baja a Puigdemont del pedestal. El líder más valorado es Jaume Asens, representante de los comunes en las listas de Sumar a las europeas, con un 5,5 de nota media, seguido de Oriol Junqueras (5,2) y Jessica Albiach (5), cabeza de lista de los comunes en Cataluña.

Ningún político catalán más aprueba, pero a tan solo una décima aparece Aragonès con un 4,9, siendo el mejor posicionado de entre los candidatos con posibilidades. De este grupo, Illa aparece unos puestos más abajo con un 4,7. Puigdemont está más lejos de aprobar y marca un 4,1. Como anécdota, destaca la mala valoración recibida por el candidato de Vox, Ignacio Garriga, que cuenta con 1,8 puntos. Carlos Carrizosa, líder de lo que queda de Ciudadanos, suspende con un 2.

Atendiendo únicamente a las personas que conocen al líder a valorar, Jaume Asens, Oriol Junqueras, Pere Aragonès, Jèssica Albiach, Salvador Illa, Míriam Nogueras y el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, son los únicos que reciben más del 50% de respuestas que les conceden el aprobado. La situación cambia si se atiende a la valoración de los propios votantes de cada partido, aspecto en el que Puigdemont es el que mejor nota saca (7,6). Aragonès recibe un 6,4 de sus propios electores y Salvador Illa un 6,2. El único que suspende de los candidatos entre sus propios votantes es Garriga (4,6).

La perspectiva varía al preguntarle a electores de una determinada formación por los líderes del resto de contendientes. La nota diferencial en este aspecto la vuelve a presentar Asens, que es el único político que aprueba también entre los votantes de otros partidos, alcanzado un 5,4. En este aspecto, Puigdemont desploma su calificación hasta el 3,7, por detrás de los suspensos por los pelos de Illa (4,5) y Aragonès (4,6). Quedan 52 días para que las urnas demuestren si estas calificaciones se trasladan a los votos.