El PSOE de Andalucía ha inaugurado formalmente este sábado, 22 de febrero, su XV Congreso Regional, que se celebra durante el fin de semana en Armilla (Granada), cantando el himno de Andalucía.
Bajo el lema 'Andalucía por delante’, y con el escenario repleto de banderas de Andalucía, los socialistas han entonado al unísono el Himno, con letra del padre de la Patria andaluza, Blas Infante.
Sin duda, este momento se ha convertido en uno de los momentos más emotivos de un Congreso que va a contar a lo largo de todo el fin de semana con la presencia de figuras de la primera línea del partido tanto a nivel autonómico como nacional, entre las que destacan el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El origen del Himno
El Himno de Andalucía tiene su raíz en el canto popular "Santo Dios", un himno religioso que los jornaleros andaluces entonaban mientras trabajaban en el campo. Esta música, que refleja el sentir y la realidad de los trabajadores, fue recogida por Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza. Infante, un ensayista, notario y político malagueño, fue fusilado en la Guerra Civil, pero dejó un legado imborrable en la identidad de Andalucía.
La melodía original fue adaptada y armonizada por José del Castillo Díaz, director de la Banda del Hospicio y del Ayuntamiento de Sevilla. Gracias a su trabajo, el canto de los jornaleros se transformó en un himno que, con el tiempo, se convertiría en símbolo de la comunidad autónoma.
Censura y resurgimiento
La Junta Liberalista registró el himno en 1933, y su primera interpretación oficial tuvo lugar el 10 de julio de 1936 en la Alameda de Hércules (Sevilla), apenas una semana antes del estallido de la Guerra Civil. La interpretación estuvo a cargo de la Banda Municipal de Sevilla, dirigida por el propio José del Castillo Díaz.
Con la llegada del franquismo, el himno fue prohibido y su conservación se limitó a un manuscrito a piano. No fue hasta la transición democrática cuando se recuperó y se reestrenó oficialmente el 18 de octubre de 1979 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. La misma banda que lo interpretó en 1936 tuvo el honor de hacerlo nuevamente, marcando un momento histórico para Andalucía.
El himno en el Estatuto de Autonomía
La relevancia del himno quedó oficialmente reconocida en el Estatuto de Autonomía de Andalucía de 1981, donde se recoge en el artículo 6.2: “Andalucía tiene himno y escudos propios, que serán aprobados definitivamente por Ley del Parlamento Andaluz, teniendo en cuenta los acuerdos dictados sobre tales extremos por la Asamblea de Ronda de 1918”.
Desde entonces, su interpretación es habitual en eventos institucionales, deportivos y sociales, reforzando la identidad y la cohesión de los andaluces.
Un mensaje de lucha y esperanza
La letra del himno es un canto a la solidaridad y a la esperanza:
La bandera blanca y verde
vuelve, tras siglos de guerra,
a decir paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Un símbolo de identidad y unidad
El Himno de Andalucía es más que una composición musical; es un elemento de cohesión social que refleja valores fundamentales como la paz, el trabajo, la solidaridad y la justicia social. Su enseñanza en las escuelas refuerza la identidad andaluza en un contexto social diverso, promoviendo la unidad y el respeto por el legado común.
A lo largo del tiempo, su significado ha evolucionado, reflejando los cambios sociales y políticos. Si en sus inicios la lucha por “tierra y libertad” estaba ligada a la reforma agraria, hoy día su interpretación abarca nuevas reivindicaciones como el empleo digno, la igualdad de género y la sostenibilidad.
Su presencia en celebraciones como el Día de Andalucía (28 de febrero) o el Día de la Bandera (4 de diciembre) refuerza su papel como símbolo de identidad, siendo entonado con emoción en actos oficiales, eventos deportivos y festividades populares.
