El PP de la Comunidad Valenciana ha utilizado este domingo la cuenta institucional para pedir el voto para las derechas. Concretamente, lo que ha hecho ha sido publicar un vídeo del presidente, Carlos Mazón, de los ‘populares’, después de que éste depositara su papeleta.

El problema no son las palabras del líder regional, ya que todos los candidatos y/o políticos, quien más y quien menos, han celebrado que la ciudadanía haya votado a su formación; también los principales, desde Pedro Sánchez hasta Alberto Núñez Feijóo, pasando por Yolanda Díaz y Santiago Abascal. Lo grave es que se haga eco de ello en una cuenta que debería servir, en este caso, para dar voz a todos los valencianos, no para reflejar las palabras de una ideología concreta en un tuit, y menos en un día como hoy.

El comentario se compone de dos partes. La primera es un pequeño entrecomillado de Mazón, donde se resalta que la ciudadanía “está llamada a decidir el mejor Gobierno para España, que trate a la Comunitat Valenciana como nos merecemos”. A continuación, ya aparece el vídeo del líder del Partido Popular en el área mediterránea a la salida del colegio electoral dando las “gracias a los efectivos que se han puesto en marcha para celebrar la democracia”, así como a “todos los cuerpos de seguridad del Estado”, a los “efectivos y servicios públicos que se han puesto en marcha” y a “todos los miembros de las mesas electorales” y la “ciudadanía”.

“Además de que decidimos cómo queremos para España en Alicante, en Castellón y en Valencia, decidimos cómo queremos que nos trate el Gobierno de España que salga hoy de las urnas”, ha señalado. “Esto es importante (…) no solo buscando el mejor futuro para España porque somos españoles, sino también que ese Gobierno de España mire a Alicante, a Valencia y a Castellón como nos merecemos, porque este es un gran reto y porque ya nos toca”, ha desarrollado. “Por tanto, hoy voto en una clave muy valenciana, muy alicantina, y muy castellonense. Animo a que lo hagan, participen y se oiga nuestra voz, porque creo que va a ser muy bueno para España y porque ya nos toca”, incide.

La antesala de lo que puede pasar en España

España ya sabe lo que es un gobierno con PP y Vox. De hecho, la Comunidad Valenciana ha sido uno de los territorios en los que después del pasado 28M la derecha y la ultraderecha pactaron para conformar Ejecutivo.

También -más allá de lo polémico de la ideología de Vox- el tándem ha sido uno de los que más controversia ha generado, al margen de su programa, por estar a punto de incorporar entre sus filas a Carlos Flores, condenado por ejercer violencia machista contra su exmujer. Finalmente, su persona no está en la Generalitat, pero podría estarlo cuando se conformen las Cortes en el Congreso de los Diputados, ya que se ha presentado en las listas por Valencia.

El presidente del PP y candidato a las elecciones este domingo se pronunciaba sobre estos hechos apelando a que el político de ultraderecha ya había cumplido la sanción y que lo ocurrido se había producido “hace 20 años”. Asimismo, utilizaba el término “divorcio duro” para referirse sobre la sentencia.

Los 50 puntos redactados en el documento pueden hacer de campo de pruebas para con lo que Feijóo y Abascal pretenden en el conjunto del país, y es que incluye objetivos como “sacar la ideología de las aulas” o “erradicar la violencia intrafamiliar”, evitando así hablar de una realidad que es una verdadera lacra en nuestra sociedad.

En otro orden de cosas, Mazón y Vox han recibido críticas por no especificar demasiado qué medidas adoptará el nuevo Ejecutivo en algunos apartados. Un ejemplo de ello es el aspecto que tiene que ver con la “sanidad” y los “servicios sociales”, los cuales, se limitan a decir, “reforzarán”. “Señas de identidad, para defender y recuperar nuestras señas de identidad”, emplaza otro.

Para justificar el hecho, el entorno de Mazón apunta, según El Confidencial Digital, que si las formaciones hubieran presentado un dossier extremadamente desarrollado “se hubiese dicho que todo esto ya lo teníamos acordado de antes, porque es imposible pactarlo en tres horas”, tiempo que duró la reunión de esta semana.