Dice la Biblia que Pedro negó tres veces a Jesucristo, pero el portavoz de la Junta de Castilla y León ha tenido hasta el doble de ocasiones para negar al vicepresidente y desmarcarse de la amenaza de Juan García Gallardo al Gobierno, a través de Twitter, hace unos días, afirmando que el gobierno autonómico estaría "enfrente" de la Ley del Aborto. Todas esas oportunidades las ha dejado escapar.

El portavoz, Carlos Fernández Carriedo, del Partido Popular, no ha pasado buen rato en su primera comparecencia ante la prensa, al término del Consejo de Gobierno de los jueves, tras el tuit del vicepresidente, García Gallardo, de Vox, en el que afirmaba que el Gobierno tendría "enfrente" al gobierno castellano y leonés contra ese proyecto normativo que el martes pasó el trámite del Consejo de Ministros.

Carriedo se escabulló una vez tras otra a las insistentes preguntas de los periodistas, que incidían reiteradamente en la cuestión de si el hombre de Abascal en la comunidad autónoma era la voz autorizada de la Junta de Castilla y León al respecto.

Según el manual "dónde vas, manzanas traigo", el portavoz del gobierno de Mañueco reiteró una y mil veces, a pesar de las numerosas demandas de aclaración, expresadas de todas las maneras imaginables, únicamente el argumentario previamente establecido, evitando desautorizar al vicepresidente tuitero.

"Todavía no conocemos el contenido preciso del proyecto de Ley, no se nos ha informado ni se ha contado con las comunidades autónomas", comenzó, respondiendo a la pregunta directa de si la opinión de García Gallardo es la de la Junta.

"La Ley es una cortina de humo para distraer a la ciudadanía de los problemas reales", dijo Carriedo. "Siempre que el Gobierno de España es incapaz de resolver los problemas de la gente, busca temas para que la gente no esté hablando de lo que verdaderamente importa, que es cómo llegar a fin de mes".

Reiterada la pregunta, el portavoz contestó que "este es un gobierno sustentado por dos partidos, y cada uno manifestará su opinión durante el trámite en el Parlamento Nacional", y renunció a "autorizar o desautorizar".

Preguntado sobre si el del aborto no es un problema real de la gente, Carriedo se limitó a contestar que "la prioridad es estar claramente al lado de los ciudadanos de esta tierra", y que "esos problemas lo eran hoy y lo eran hace tres meses, y hace tres meses no se sacó adelante porque el Gobierno no tiene los problemas que tiene hoy, y utiliza materias muy sensibles para ocultar su incapacidad de solucionar los problemas reales de la gente".

El portavoz se limitó a afirmar el compromiso de la Junta de Castilla y León para "garantizar el derecho de los médicos a la objeción de conciencia" y esperar a la sentencia del Tribunal Constitucional pendiente sobre "este asunto", y propuso "conciertos" para suplir las carencias de los centros públicos en los que la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios no pudiera garantizar el derecho al aborto, porque "hay que garantizar lo mismo un derecho que el otro", afirmó.