El Partido Popular ha intentado quemar sus últimos cartuchos con sendos escraches a las puertas de los gobiernos autonómicos del PSOE en Extremadura y Castilla-La Mancha, para presionar a los barones socialistas, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García-Page, para que conminen a sus diputados a votar contra la investidura de Pedro Sánchez. Tanto en Mérida como en Toledo apenas unos pocos dirigentes regionales del PP, y muy poco o nulo apoyo de ciudadanos en sus manifestaciones, convocadas ayer.  

Miembros del PP de Extremadura se han concentrado este martes ante las puertas de la Presidencia de la Junta para pedir al líder del Ejecutivo regional y secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, que no sea "cómplice" de los pactos que ha firmado Pedro Sánchez para "alcanzar el poder a cualquier precio".

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Fracaso en Mérida

El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, ha dado lectura a un manifiesto de alcaldes contra la investidura de Sánchez con el que los 'populares' han querido "dar una última oportunidad" a Vara para que "ordene" a sus cinco diputados en el Congreso que no voten a favor de Pedro Sánchez en la segunda votación de investidura.

"A escasos minutos de que se materialice el pacto de la vergüenza entre socialistas, radicales, independentistas, comunistas y proetarras que llevará a Pedro Sánchez al Gobierno de España que sus propios socios de gobierno quieren destruir, los alcaldes de Extremadura aquí presentes, y todos los extremeños que se han querido unir a nosotros queremos dar una última oportunidad al secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, para que ordene a sus cinco diputados nacionales que no voten a favor de Pedro Sánchez en la investidura y ponga algo de cordura a esta sinrazón", ha aseverado Monago.

Pinchazo en Toledo

En Toledo, distintos cargos del PP de Castilla-La Mancha, arropados por su jefe de filas Paco Núñez, se han concentrado este martes a las puertas del Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha, para exigir al presidente regional, Emiliano García-Page, que "cumpla su palabra" y ordene a los nueve diputados socialistas de la región votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez.

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A escasos minutos de que se materialice "el pacto de la vergüenza" entre "socialistas, radicales, independentistas, comunistas y pro-etarras", el presidente de los 'populares' castellanomanchegos ha asegurado que García-Page aún tiene la ocasión de defender los intereses de España y de Castilla-La Mancha "por encima de los propios intereses del PSOE".

En el caso de que no llame a los nueve diputados del PSOE, el PP hace a García-Page personalmente responsable de lo que suceda y, desde luego, según aseguran en un manifiesto leído por el vicepresidente de la FEMP de la región, el alcalde de Membrilla (Ciudad Real), Manuel Borja, "habrá perdido toda credibilidad en su oposición al sanchismo" y habrá "traicionado" a Castilla-La Mancha.

Críticas del PSOE al “escrache”

El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha y diputado por Toledo en el Congreso, Sergio Gutiérrez, ha cargado duramente contra la manifestación protagonizada por el PP castellanomanchego con su presidente, Paco Núñez, a la cabeza, a las puertas de la sede del Gobierno regional para pedir a los diputados socialistas que no apoyen la investidura de Pedro Sánchez, actuación que ha tachado de "escrache" y de "coacción" que "roza la indecencia".

En declaraciones a los medios desde el Congreso de los Diputados antes de iniciarse la última sesión del debate de investidura, el dirigente socialista ha criticado el "acoso" que a su juicio están sufriendo los diputados del PSOE.

En este sentido, ha recordado a Paco Núñez cómo él mismo "pidió personalmente al PSOE en 2016 que se abstuvieran" ante la investidura de Mariano Rajoy, y hoy "él es incapaz de pedir lo mismo a Pablo Casado". "Núñez se equivoca de tiro. Tendría que haber liderado un debate nacional y pedirle a Casado facilitar la investidura con una abstención patriótica", ha apuntado.

Gutiérrez, que se ha mostrado "disgustado con una derecha que se comporta de manera pancartera", les ha acusado de ser "incapaces de ejercer su responsabilidad política y liderar debates internos".