El paso de Carlos Mazón por la Presidencia de la Comunidad Valenciana quedará marcado por permitir la entrada de la ultraderecha en los despachos del Palau de la Generalitat. Hasta que Vox decidió romper con el PP el pasado mes de julio, el Consell ha visto en la formación de Satiago Abascal un salvavidas para sacar adelante su programa. Desde que la DANA arrasó la provincia de Valencia, Mazón y su Ejecutivo se han visto en el punto de mira de todas las críticas. Las 224 vidas perdidas aquel 29 de octubre hacen que el PP necesite más que nunca contar con el respaldo de su principal socio.

Vox lleva toda la legislatura sacando las castañas del fuego a Mazón. La muestra más reciente vino tras la propuesta de Compromís de que Les Corts votaran por la dimisión del president. El partido de Joan Baldoví presentó una proposición no de ley el 3 de diciembre, pero PP y Vox unieron fuerzas para vetarla. Derecha y ultraderecha argumentaron que esta "no estaba en condiciones de ser incluida en el pleno" ya que, entre otras cosas, no contemplaba el voto telemático. Compromís manifestó reiteradamente su voluntad de corregir el sistema de votación, pero aún así desde Vox la calificaron como "teatro".

Vox critica a Gan Pampols, el teniente de Mazón, por "hacerle el juego" al Gobierno

Uno de los grandes argumentos del PP valenciano en contra del Ejecutivo central es el supuesto retraso del ministerio de Hacienda en solicitar las ayudas del Fondo de Solidaridad de la Unión Europea para los afectados por la DANA. María José Catalá, alcaldesa de Valencia, aprovechó su visita a Bruselas para atacar al Gobierno por no haber tramitado la "petición formal" de esas ayudas. No obstante, el área de María Jesús Montero ya lo notificó a la Comisión el 4 de noviembre, apenas cinco días después de las inundaciones.

Ante las críticas de PP y Vox al Ejecutivo, ha surgido una voz disonante en el seno del Consell. Se trata de Francisco José Gan Pampols, el teniente general nombrado por Mazón como vicepresidente segundo para la Reconstrucción. En su perfil mediático bajo, Gan Pampols ha evitado la confrontación con el Gobierno, defendiendo la importancia de una relación fluida entre administraciones. El ahora conseller se alineó con las explicaciones del Ejecutivo, y razonó que "los países suelen agotar los plazos porque, a medida que se acerca el final, el nivel de detalle en la valoración de los daños mejora".

El partido de ultraderecha salió -una vez más- a la defensa de Mazón, acusando a Gan Pampols de dar "cobertura, de alguna manera, a las mentiras de Sánchez". El síndic de Vox en Les Corts, José María Llanos, señaló directamente al teniente ante el propio Mazón: "¿El señor Gánz Pampols no estaría mejor callado trabajando en la reconstrucción, en lugar de hacerle el juego al señor Ángel, a la señora Bernabé, al señor Sánchez y a todo el PSOE junto? ¿No le parece que ya está bien? Porque no quisiera pensar que tiene usted al enemigo en casa", esgrimió.

Los acuerdos de PP y Vox en materia de emergencias

La alianza entre las derechas les ha servido para sacar adelante acuerdos desde mucho antes de la DANA. Tal es el empeño de PP y Vox de sacar provecho de los cuatro años de legislatura, que ni siquiera el mismo 29 de octubre fueron capaces de posponer sus planes. Aquel día, la comisión de Justicia, Gobernación y Administración Local no fue cancelada, poniendo en peligro al personal de Les Corts para detallar la Ley de Simplificación Administrativa. Esta medida permitirá, entre otras cosas, construir hoteles a 200 metros de las costas valencianas, además de en zonas inundables, demostrando no haber aprendido las lecciones que dio la DANA en materia de urbanismo.

En un principio, incluso Vox planeaba votar en contra de la propuesta de Mazón, que pretendía que la distancia mínima para construir se redujera a 100 metros -la normativa anterior lo fijaba en 500 metros-. David Muñoz, diputado de la ultraderecha, escenificó la oposición de su partido al urbanismo salvaje de Mazón: "Señores del PP, desarrollo económico, sí; pero no así, no a cualquier precio", decía en Les Corts. Las semanas posteriores fueron "una especie de mercadeo persa", como señaló el síndic socialista Ramón Abad, que culminó mientras las lluvias ya desbordaban barrancos en la provincia de Valencia, con PP y Vox poniéndose -una vez más- de acuerdo.

El día de la DANA también se vivieron las consecuencias de los pactos de PP y Vox. Los primeros presupuestos aprobados por el nuevo Consell, en 2023, suprimieron el proyecto de la Unidad Valenciana de Emergencias, aprobado por Ximo Puig, que habría asumido funciones que resultaron críticas aquel 29 de octubre. Además, las cuentas de las derechas supusieron un recorte de casi el 50% para "encauzamientos, ramblas y barrancos", además de recortar la dotación a las agencias autonómicas dedicadas a la gestión de emergencias.

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