Jesús Julio Carnero nació en un pueblo de Zamora en 1964 y vive en un pueblo de Valladolid, Simancas; consejero de Presidencia en la Junta de Castilla y León, se empadronó en la capital cuando quedaban pocos días para cerrarse el plazo que le permitirá votarse a sí mismo.

Llevaba meses, -mientras el Partido Popular deshojaba la margarita del candidato a la Alcaldía de Valladolid que no encontraba-, respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre su probable elección, que su “compromiso firme” estaba con el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco; pero, finalmente, le tocó encabezar la lista del PP que disputará la Alcaldía a Oscar Puente, actual regidor.

Empujado, así, por Mañueco como cabeza de lista, una vez autodescartada la exconsejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que ha ejercido de cabeza de oposición en el último mandato, -desarmada y, a veces, incluso, discutida por los suyos-, Carnero sigue, a día de hoy, ejerciendo de consejero, recorriendo la Comunidad Autónoma, y visitando Valladolid de forma testimonial, cuando sus responsabilidades como consejero de Presidencia, -puesto al que, ni siquiera con su designación como candidato, ha decidido renunciar-, no le llevan a otras provincias.

“Hasta la toma de posesión como concejal, voy a continuar al servicio del Gobierno regional”, declaró a los medios de comunicación de Zamora cuando se empadronó en Valladolid, hace un mes.

Diversas fuentes señalan que, con esta nominación, Mañueco pretende apartarle de su espectro más cercano, si bien, también se apuesta a que, si Jesús Julio Carnero no alcanza la Alcaldía, renunciará a su acta como concejal y portavoz en la oposición municipal, y emprenderá nuevos caminos.

90.000 euros por “estar”

Carnero ya pisó el Ayuntamiento de la capital, como concejal, mientras fue presidente de la Diputación vallisoletana. Concretamente, dos mandatos, es decir, ocho años, desde 2011 hasta 2019.

Durante esos ocho años, el ahora candidato compatibilizó su sueldo en la Diputación, que rondaba los 75.000 euros, con los aproximadamente 900 al mes, según fuentes municipales, por la asistencia al Pleno del Ayuntamiento de Valladolid -que sumarían, en total, casi 90.000 euros durante esos 8 años-, sin formar parte de otros órganos municipales ni de comisión alguna, pero tampoco por intervenir en los plenos.

Aunque se sentó en la bancada del Partido Popular, religiosamente, una mañana al mes durante esos ocho años en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, no tomó la palabra en ninguna ocasión en los debates, a pesar de que aquella era su única actividad en el Ayuntamiento de la capital.

El candidato que no quería serlo, sin embargo, ha tenido como maestro de ceremonias de su presentación oficial en Valladolid al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, al que el aparato del presidente Mañueco se ha traído a la ciudad para vestir el santo.

Rita Barberá y León de la Riva

Almeida no ha dudado en afirmar que este sábado quedaban 99 días para que Carnero sea el próximo alcalde de Valladolid, “para que se produzca el ansiado relevo”, citando, acto seguido, como alcaldes de referencia, a Álvarez del Manzano, Rita Barberá y el exalcalde vallisoletano, Javier León de la Riva.

“La unión hace la fuerza y todas las ciudades que establecen alianzas con Madrid siempre salen beneficiadas”, ha dicho. “Es tiempo de colaborar entre ciudades y no darnos la espalda”.

Carnero, por su parte, ha afirmado que asume “con honor y responsabilidad la misión de lograr para los vecinos de nuestra ciudad un gobierno municipal que sepa construir un futuro juntos”, y que lo hará “desde la nobleza y la lealtad, desde la cortesía y el juego limpio con el adversario político, sin crispar”.

El candidato del PP ha asegurado que ofrecerá a Almeida una ciudad de Valladolid que mire ‘cara a cara’ a Madrid para aprovechar las sinergias y las oportunidades que benefician a ambos territorios.

Mientras tanto, el presidente del Partido Popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, afirmaba que Carnero “es el mejor candidato para Valladolid, con el mejor proyecto para todos”, destacando “su capacidad de trabajo, su rigor, su entrega, su ilusión, su experiencia y su solvencia como presidente de la Diputación y como consejero del Gobierno autonómico”.

“Yo perderé un excelente consejero de Presidencia y un valioso compañero de Gobierno, pero bien lo merece la ciudad de Valladolid, porque Valladolid merece un alcalde de tu talla, de tu valía”.