Nuevo giro en la comisión de investigación sobre residencias en la Asamblea de Madrid. Tras amagar la pasada semana con su reapertura, Vox ha reculado y ha salvado a Isabel Díaz Ayuso. El grupo encabezado por Rocío Monasterio ha paralizado el órgano, condicionando su puesta en marcha a que el debate entre las fuerzas políticas se aborde con madurez y no se utilice a los mayores. La líder ultraderechista ha argumentado que al PP “le falta humanidad” y a la “izquierda le sobra rencor”.

El jueves, Ayuso y Monasterio protagonizaron un acalorado debate en un clima tensionado por la polémica afirmación del vicepresidente de la Comunidad, Enrique Ossorio. La primera acusó a la segunda de “falta de principios” al plegarse a la estrategia de la izquierda para “retorcer el dolor” de las familias de las víctimas del coronavirus en las residencias.

El enfrentamiento verbal se desencadenó después de que Vox se abriera a la creación de una comisión sobre residencias, aunque desde un prisma radicalmente opuesto al que propusieron el resto de grupos de la oposición. La izquierda parlamentaria, al contrario que los ultraderechistas, abogaron por la reapertura de la investigación, paralizada por el adelanto electoral de 2021, mientras que los de Rocío Monasterio defendían una “mirada hacia delante” a través de una comisión de estudio. La diferencia radica en que en la segunda no es necesario la comparecencia de los citados.

Falta de madurez

Ahora, Rocío Monasterio ha regresado sus pasos y ha ordenado la retirada de la propuesta para investigar el modelo de residencias de mayores en la región, debate enmarcado en el orden del día del pleno de este próximo jueves. La maniobra de Vox responde, en palabras de su líder, a rebajar el clima de tensión que impera en torno a los centros sociosanitarios y afrontar la discusión desde un punto de vista “madura” para, así, sacar del barro político a “los mayores”.

Al PP le falta humanidad y a la izquierda le sobra rencor”, ha resuelto la dirigente de Vox en la autonomía. Su propuesta, con un muy corto recorrido debido al rechazo de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, pivotaba sobre el futuro de los centros sociosanitarios y cómo mejorarlos de cara al futuro. Es decir, pretendía posar sus ojos en el futuro de las residencias y no en lo que ocurrió en los momentos más duros de la pandemia, como planteó la izquierda.

Alivio en el PP

La marcha atrás de Monasterio concede unos momentos de alivio a los conservadores, a quienes les permite coger un poco de aire después de las polémicas de Ossorio y de la comisión planteada por sus socios parlamentarios. El portavoz del Grupo Popular en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, ha subrayado este mismo martes que la comisión les generaba “tristeza e incomprensión” debido a que la ultraderecha hizo seguidismo de la izquierda, a quienes acusan de “utilizar el dolor de las víctimas para hacer política”.

Asimismo, ha reprobado a Monasterio por deslizar que el PP carece de “humanidad” porque, a su juicio, esa es una característica imputable a la oposición. No obstante, celebra que Vox se haya percatado de “su error”, dado que la comisión “no iba a ningún sitio” y favorecía la “reivindicación de la izquierda”. “Ahora es demasiado tarde y ya han cogido carrerilla”, ha lamentado el portavoz popular, quienes niegan cualquier tipo de conversación con los ultraderechistas para que retiraran la petición.

Un acto de “cobardía”

En otro orden de cosas, en declaraciones a los medios de comunicación tras la Junta de Portavoces, el líder del PSOE-M, Juan Lobato, ha enmarcado la jugada de Vox en una negociación de los Presupuestos para 2023 con las víctimas de las residencias “como moneda de cambio”.

Asimismo, Lobato se ha pronunciado sobre el veto del PP a la reprobación de Enrique Ossorio. El portavoz de los socialistas madrileños advierte de que se mostrarán “implacables” con el fin de descubrir la “verdad” sobre los centros sociosanitarios. De hecho, ha calificado la maniobra de los conservadores como un “acto de cobardía” porque ni siquiera “se atreven a debatir”.