El taxi ha estado muy presente este jueves en la Asamblea de Madrid. El debate por la regularización de Uber y Cabify y la desigualdad en las reglas del juego a la que se refiere el sector público y apoya la oposición de la Comunidad ha sido uno de los ejes en los que se ha sustentado este último debate. Bajo ese contexto, las palabras de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, no han convencido a quienes habían acudido hoy al lugar en busca de explicaciones y han terminado por abandonarlo.

Uno de los temas principales en la sesión plenaria ha sido, precisamente, la Ley Uber que el Tribunal Constitucional admitía la semana anterior a trámite tras su aprobación el pasado mes de junio por parte del Ejecutivo popular. La norma, según los partidos recurrentes, entre los que se encuentra Unidas Podemos (cuya portavoz, Alejandra Jacinto, ha sido la primera en enfrentar el tema por orden de intervención) invade competencias municipales a la hora de regular la concesión de licencias a vehículos y pone sobre la mesa que los taxis puedan circular 24 horas durante todos los días de la semana.

La diputada morada ha preguntado en el parlamento madrileño que por qué “en vez de defender a las 25.000 familias que viven del taxi y a los ciudadanos que lo utilizan, ha decidido ponerles una alfombra roja a las multinacionales de los VTC y abocar a la esclavitud de todo un sector”. “Su apuesta es por los que se definen como “jodidamente ilegales”, perdonen la expresión, pero son palabras literales de los papeles de Uber. Su apuesta es por la ilegalidad, por el incumplimiento de la legislación laboral y por la evasión fiscal. Explíquemelo y explíqueselo también a los taxistas que hoy nos acompañan en este pleno”, ha incidido señalando a lo alto del espacio.

Sobre los puntos concretos del documento, Jacinto ha lamentado que “en vez de regular a los VTC obligue a competir a la baja a los taxistas” y “encima proponga ampliar un reglamento que es un barbaridad, ampliando horas, suprimiendo las libranzas, tirando los precios y aumentando las licencias de tres a 50”. En su intervención, la política de la oposición ha deslizado que el taxi ha sido clave en momentos como el 11-M o la pandemia y ha recordado los hechos más recientes, que tienen que ver, justamente, con el recurso y con el referéndum dentro del sector que resume de la siguiente manera: “El 96% le han dicho que se vaya a freír espárragos, ya sea en Uber, Cabify o bicicleta”.

Ayuso agita el bulo: relaciones sexuales y periquitos

Por su parte, la presidenta de la Comunidad ha comenzado su réplica agitando el bulo que la derecha y extrema derecha lleva semanas removiendo y que tiene que ver con la libertad sexual, tergiversando para ello unas declaraciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero. “De un partido que anima a que los niños puedan tener relaciones sexuales con quien quieran pero que no pueden tener periquitos no voy a escuchar lecciones de cómo crear puestos de trabajo”, ha asumido, refiriéndose también a la Ley de Bienestar Animal.

Ya sobre el sector del taxi, Ayuso ha dicho que le “prefiere” antes que a los VTC, pero que “el más importante es el cliente y puede elegir la modalidad que decida”. Asimismo, ha acusado a la izquierda de “usar” a los taxistas “para la pancarta”.

 “Voy a hacer que haya empleo y haya libertad, un titular podrá tener de tres a cinco licencias como en otras comunidades, vamos a poner líneas para que se sigan modernizando las flotas. Y no están obligados a trabajar más, van a elegir cuándo quieren hacerlo. Si un día en Madrid hay muchos eventos y al siguiente no, podrán elegir cómo organizarse sus vacaciones. Podrán utilizar vehículos de sustitución en caso de que el suyo sea averiado, la recaudación del taxi (esperamos) se elevará un 40% al mes y crearemos 3.000 empleos”, ha señalado, antes de concluir: “Yo estoy a favor del taxi de Madrid, pero no representan a todo el mundo. Yo estoy por el empleo, por la libertad y el tiempo me va a dar la razón”.