Las graves consecuencias del cambio climático se están sumando al efecto que provoca el calor en las grandes ciudades, donde cada vez proliferan los edificios y las carreteras en detrimento de la naturaleza. Sin embargo, esta transformación, que muchas veces la sociedad considera un avance hacia la modernidad, conlleva otras consecuencias, como es la creación del efecto "isla de calor", que está acabando con la vida de miles de personas cada año. Madrid es la ciudad que registra más muertes por este fenómeno mientras el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida impulsa obras, asfaltado y tala de árboles.

El efecto "isla de calor urbana"

Un estudio publicado este miércoles en The Lancet y elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) asegura que el efecto "isla de calor urbana" (ICU) es el responsable de hasta el 4,3% de las muertes en las urbes durante los meses de verano y del 1,8% en el resto del año. Todo por la falta de vegetación y materiales que permitan mantener una buena temperatura -que puede aumentar hasta 1,5 grados- mientras reina el asfalto y el hormigón. Estos pueden llegar a alcanzar los 60 grados, transfieren al aire.

Este trabajo -que parte del análisis de 93 ciudades europeas, en las que se encuentran nueve españolas: Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Murcia, Palma y Bilbao- ha analizado las tasas de mortalidad de los mayores de 20 años en verano de 2015 en relación a las temperaturas registradas tanto en el centro de las localidades como fuera para comprobar y comparar las consecuencias que tiene un número bajo de árboles y el exceso de carreteras. 

Madrid, a la cabeza de muertes

Así, este concluye que entonces -no se tienen datos equiparables en años posteriores para realizar el mismo tipo de estudio- se produjeron alrededor de 6.700 muertes prematuras por esta situación y apunta que un tercio se podrían haber evitado si hubiera un 30% más de árboles en los centros urbanos. Todo debido a que el asfalto y los edificios absorben calor y no existe suficiente sombra y vegetación que ayude a minimizarlo. Cabe destacar que la superficie arbolada de las ciudades del estudio registra una media de tan solo el 14,9%.

Ciudad Diferencia de temperatura Muertes por efecto ICU % total de muertes Muertes evitables Cobertura de vegetación
Barcelona +2,3º 363 14,8% 215 8,4%
Sevilla +3º 113 12,4% 22 15,8%
Madrid +2º 559 12,3% 233 9,5%

Elaborado con datos de ISGlobal

Entre las urbes que encabezan el estudio se encuentra Madrid, que no solo lidera el número de fallecimientos por calor sino también aquellos que son claramente evitables. Según los datos, la capital de España registró 559 fallecidos directos por el ICU de los que 233 se pudieron evitar. Y es que la ciudad cuenta con únicamente un 9,5% de cobertura vegetal, muy por debajo de la media, que ya por sí misma es muy insuficiente. Esto, además, ha provocado un aumento de temperatura de dos grados y le ha colocado con una tasa de muertes por calor de más del 12%, por detrás de Barcelona o Sevilla.

Almeida opta por el asfalto y la tala de árboles

Esta situación responde al año 2015 pero nada parece indicar que haya cambiado desde entonces. De hecho, el Ayuntamiento dirigido por José Luis Martínez-Almeida está llevando a cabo multitud de reformas en la capital que inciden en este hecho, como la eliminación de adoquines (material que permite la filtración de agua), el asfaltado de muchas calles del centro y la tala de vegetación. Una prueba de ello es la transformación de la Puerta del Sol o la Plaza del Carmen, en las que se han llevado a cabo un corte masivo de árboles para cambiarlo por cemento.

A esto hay que sumar otras iniciativas aprobadas por el equipo popular que van desde el soterramiento con cemento de buena parte de la vegetación del Parque del Retiro y otras áreas, como Alameda de Osuna, o la no compensación de los árboles caídos por Filomena. Todo en medio de las quejas por parte de vecinos y la oposición, que denuncian un dejamiento por parte del Gobierno madrileño en cuanto a la suciedad pero también en la creación de entornos verdes que mejoren la vida de los ciudadanos. Y es que hasta ahora la única propuesta de Almeida ha sido forrar la M-30 de jardines verticales para "naturalizar" Madrid.