El cambio que el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida ha hecho en la gerencia de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) tiene luces y sombras. Mientras el Ejecutivo del PP ha cesado al antiguo gerente, José Antonio Acosta, poco después de haber reconocido sus logros profesionales poniéndole a la cabeza de coordinación de los trabajos del Observatorio de la Vivienda, ha nombrado en el cargo a Jerónimo Escalera Gómez, un hombre procedente del epicentro de la trama Gürtel, ya que era presidente y también gerente de Patrimonio Municipal de Majadahonda (PAMMASA).

Acosta fue cesado como gerente de la EMVS el pasado 2 de febrero, y Escalera Gómez fue nombrado sucesor tres días después, el 5 de febrero. El consejo de administración de EMVS Madrid abordó esta modificación en su estructura, según informó, “para impulsar un cambio en la gerencia de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid, que se enfrenta en este mandato al reto de promover la construcción de 12.000 viviendas, así como a gestionar las más de 8.000 viviendas en régimen de alquiler asequible que tiene”.

En la actualidad, Jerónimo Escalera es también presidente de la Asociación de Gestores Públicos de Vivienda y Suelo de Madrid (AVS Madrid) y secretario de la Asociación de Gestores Públicos de Vivienda y Suelo (AVS), entidad que presidió de 2014 a 2022. No obstante, su nuevo nombramiento, y el cese que ha supuesto, puede sonar a ‘venganza’ contra quien ejerció de cortafuegos para que la empresa municipal no se convirtiera en un instrumento al servicio de las batallas y espionajes internas del PP, véase -y recuérdese- el caso de compra de mascarillas por el hermano de Ayuso y presunto espionaje por parte de Pablo Casado.

Para abordar esta situación conviene meter en la ecuación, además de al gerente cesado (José Antonio Acosta) y al gerente recién nombrado (Jerónimo Escalera) a Alberto González, concejal presidente del PP en Latina y consejero de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid. González fue uno de los máximos implicados en el supuesto espionaje llevado a cabo en el seno del PP, y es que a mediados de 2023 varios cargos del PP en Madrid denunciaron ante su propio partido a Alberto González por coaccionarlos y presionarles para que espiaran a la líder de las Nuevas Generaciones, Beatriz Fanjul, y a su entorno más cercano, tal como desveló hace varias semanas El País.

Mucho antes, en abril de 2022, cuando salió a la luz la guerra entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, que terminó con la salida del líder del partido, el gerente de la EMVS, José Antonio Acosta, tildó los hechos del presunto espionaje con recursos municipales de “bochornosos, inmorales e ilegales” y tuvo que enterarse por prensa, ya que hasta entonces no tuvo constancia del supuesto espionaje.

En la comparecencia en la comisión de investigación, Acosta reveló que no le permitieron participar en la reunión que se celebró para tratar la cuestión el 12 de enero. Solamente participaron el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, el presidente de la EMVS, Álvaro González, el entonces jefe de comunicación, David Fernández, y el consejero delegado de la EMVS, Diego Lozano. Dos meses después fue cuando estalló el caso, y pese a su interés para conocer lo tratado en la reunión, Acosta tuvo que enterarse por prensa de lo ocurrido en la empresa municipal cuya gerencia ocupaba.

En juego entraba también Mariano Fuentes, de Ciudadanos, que fue delegado de urbanismo y vicepresidente del Consejo de Administración de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo, que corroboró y compartió la comparecencia de Acosta en la investigación abierta tras estallar el caso Ayuso. Afirmó que supo de las averiguaciones internas que acometió el PP a través de la llamada de Acosta al mostrarse nervioso por no habérsele permitido entrar en la reunión celebrada en enero y el día que saltó a la prensa el caso. “Acosta estaba nervioso porque se le había indicado que abandonara esa reunión [la del 12 de enero]. Por tanto, no sabía el motivo y me llamó a mí para saber si sabía el porqué. Le dije que estuviera tranquilo porque sus funciones eran sobresalientes. En ningún caso sospeché absolutamente de nada”.

Ahora, ya sin Fuentes, el Gobierno de Martínez-Almeida ha cesado a Acosta, persona supuestamente al margen del presunto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a quien han reconocido su profesionalidad. Y todo para nombrar en su puesto a Jerónimo Escalera, proveniente de Majadahonda, epicentro de Trama Gürtel.

Con Narciso de Foxá como alcalde de la localidad, para quien la Fiscalía pide 30 años de cárcel por un delito sobre ordenación de territorio y ha sido relacionado con Gürtel, Escalera fue nombrado presidente de Pammasa en 2007 al tiempo que dejaba de ser “director de operaciones y nuevas construcciones”, cargo que obtuvo en 2002.

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