El negocio de alquileres turístico es tan solo una más a los que se ha sumado Alberto González Amador, también intermediario sanitario y emprendedor genérico, desde que mantiene una relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde 2022, cuando construyó la sociedad limitada October Twelve Accommodation, arrienda habitaciones en el barrio madrileño de San Fermín (Usera), pero en las últimas cuentas anuales, relativas al curso 2024, se ha registrado un importante cambio en el objeto social que ha devuelto a la empresa a la actualidad.

La sociedad constituida por el novio de Isabel Díaz Ayuso y otros dos socios define ahora su actividad como “alquiler de locales industriales”, pese a que la licencia con la que cuenta, emitida por el Ayuntamiento de Madrid, es de “casa de huéspedes” y en las cuentas de 2023 su dedicación constaba como “explotación de actividades turísticas”, “hospedaje en hostales y pensión” y actividades relacionadas. Un cambio que puede responder al intento de borrar el rastro, huyendo de los casos que afectan a González Amador, o una nueva maniobra para aprovecharse de una mejor fiscalidad.

Las habitaciones, por dentro: fotos y condiciones

El novio de la baronesa del Partido Popular (PP) puede cambiar el objeto social de October Twelve, pero la actividad de la sociedad sigue siendo el alquiler turístico de habitaciones, tal y como puede comprobarse en el anuncio publicado en la plataforma Booking, del que ya se hizo eco ElPlural en marzo de 2024. La empresa constituida en 2022 reformó dos locales comerciales de 42 y 59 metros cuadrados, el año siguiente a los dos cursos que se investigan a González Amador por una larga lista de delitos fiscales.

En 2023 comenzó el negocio, con poco más de 40.000 euros de facturación, y aparecieron las primeras reseñas de los usuarios, que siguen llegando en la actualidad, por lo que se presupone que el negocio sigue en pie. Casa de Huéspedes 12 Octubre Rooms es el nombre que recibe el emplazamiento, situado cerca del Hospital 12 de Octubre, en las webs de alojamientos. “Está muy bien situado en el barrio de Usera, Madrid, a 5,7 km de Museo Reina Sofía, a 6,6 km de Parque de El Retiro y a 6,9 km de Royal Palace of Madrid”, introduce el anuncio.

Más allá de una larga lista de destinos y la distancia desde el alojamiento, el anuncio también ofrece una habitación “libre de humos”, con “baño privado”, “wifi gratis”, calefacción y aire acondicionado. Poco más puede leerse, pero si puede visualizarse hasta 35 fotografías de las diferentes estancias que ofrece la empresa de González Amador. Todas las habitaciones que se ofertan son “dobles”, pero entre ellas existen diferentes calidades y precios: económica, estándar, deluxe y con baño privado externo.

Realizando una búsqueda a un mes vista, el coste para pasar tres noches para dos adultos, entrada el jueves 23 de octubre y salida el domingo 26 de octubre (no permite entrada el viernes), varía en casi 60 euros según la habitación elegida. La habitación doble económica costaría, para dos adultos, 567 euros; la doble normal, 526 euros; la doble Deluxe, 492 euros; y la doble con baño privado externo, 492 euros. Las diferencias de servicios entre ellas no parecen apreciables, atendiendo a las fotografías adjuntas para cada opción.

Críticas de los usuarios

El anuncio publicado en Booking acumula 457 reseñas y, entre todas, reúne una calificación de 6,9 sobre 10, que se traslada en un 3 sobre 5 para la plataforma. Durante los últimos meses, con el verano de por medio, varios son los usuarios que han acudido a las habitaciones que arrenda la empresa de González Amador y las opiniones son diversas. “Me gustó por seguridad y ubicación”, comentó una visitante mexicana el 18 de septiembre, que criticó que “no habían cambiado las fundas de las almohadas y las camas no tenían sábana superior”.

El sistema de check-in le gustó mucho a otra turista española, que se quedó descontenta el 15 de septiembre por la falta de papel higiénico y porque uno de los nórdicos no tenía relleno. “Bien ubicado. Habitación sencilla y limpia”, comentaba otro, que considera que “le faltan algunos detalles como una repisa en el baño para los objetos de aseo (no había ni un vaso). “El mando de la televisión funcionaba mal, no hay limpieza diaria de la habitación, pero nada que afecte a una estancia para descansar tras un día por Madrid”, resumía su estancia.

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