El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha procedido a la suspensión de un espectáculo taurino con personas con acondroplasia (enanismo) que iba a celebrarse en la plaza de toros de Las Ventas. Se trata del evento Popeye torero con sus enanitos marineros, que iba a tener lugar el próximo 8 de octubre, pero que no ha recibido una respuesta óptima por parte del público, tal y como refleja la escasa venta de entradas. Precisamente este ha sido el motivo principal de la suspensión, según informa el departamento que dirige Enrique López.

Una de las condiciones del nuevo pliego de la emblemática plaza madrileña es que cada año se celebren dos espectáculos cómico-taurinos. Sin embargo, tras el anuncio y la promoción de este último se han vendido únicamente 37 tickets, siendo la “falta de concurrencia e interés del público” lo que ha motivado que finalmente no tenga lugar.

El Comité Español de Representantes de personas con Discapacidad (Cermi) pidió el pasado miércoles la suspensión del espectáculo. El presidente de la asociación, Luis Cayo Pérez Bueno, se mostró en desacuerdo al conocer que se había abierto la venta de entradas para un evento que “hacía mucho tiempo que no venía a Madrid, en un recinto que es propiedad del Gobierno madrileño”.

Cartel Popeye Torero
Cartel del espectáculo Popeye Torero y sus enanitos marineros, suspendido en Madrid. 
 

El ministerio de Derechos Sociales, por su parte, ha puesto en marcha junto a la Fundación ONCE, el programa Pisadas de Dignidad con el objetivo de formar a las personas con enanismo, acabar con la precariedad laboral de ellas y dotarles de un trabajo digno.

“El enanismo no es una profesión, es una discapacidad”, ha señalado el Director General de los derechos de las personas con discapacidad del Gobierno, Jesús Martín Blanco; quien añade que “ya no estamos en la España de blanco y negro” y, por ende, emplaza a “no permanecer equidistantes” ante un evento que “legitima que medir 1,30 es motivo de risa y burla” y transmite “a los niños y niñas que acuden a estos ruedos del horror a aprender a reírse del diferente”.

Una polémica que viene de atrás

No es la primera vez que este tipo de celebraciones generan controversia. En este sentido, seguramente el caso más sonado se remonta a agosto del año pasado, cuando Zahínos (Badajoz) iba a acoger un espectáculo de la cuadrilla cómica Diversiones en el Ruedo y sus enanitos toreros. Finalmente, se celebraron cinco actuaciones de estas características en 2021 en nuestro país, entre ellas la de la propia localidad pacense.

El Ministerio de Derechos Sociales, capitaneado por Ione Belarra, pidió la cancelación del mismo al considerar que se trataba de un divertimento “denigrante”. Blanco, en la misma línea que ahora, aseveró que la libertad “debe ir acompañada de justicia social, y la autonomía del individuo se cae si no se parte de la igualdad de oportunidades, pues a nadie le gusta tener un trabajo que es motivo de mofa”.

Por aquel entonces, desde el Gobierno Central se emplazó a la recomendación efectuada a España por parte de la ONU de aplicar medidas para “diseñar, poner en marcha y mantener campañas de sensibilización pública y en los medios de comunicación destinadas a erradicar los estereotipos negativos hacia las personas con discapacidad, promover el reconocimiento y el respeto de sus derechos y fomentar una percepción positiva y una mayor conciencia social en lo que se refiere a esas personas en la sociedad”.

En la línea de Naciones Unidas, el Ejecutivo afirmó que los países firmantes de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la misma  “deben tomar todas las medidas pertinentes para modificar o derogar leyes, reglamentos, costumbres y prácticas existentes que constituyan discriminación contra las personas con discapacidad”. En esta línea, propuso la modificación del Convención Nacional taurino vigente, en el que se regula el toreo cómico, así como la Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos; y la 18/2013 del 12 de noviembre, para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural.

‘Vuelve al ruedo’ un asunto difícil de resolver

Hace unos días el Ministerio de Derechos Sociales anunciaba que “en las próximas semanas” se reformará la Ley de Discapacidad para, entre otras cosas, “prohibir el toreo cómico”. El departamento ya había pedido a Cultura la eliminación de esta práctica, pero la polémica se ha reactivado tras la reciente actualización del Convenio Nacional Taurino, que finalmente se ha producido.

El asunto causa diferencias, incluso entre quienes mantienen la misma opinión para con estos eventos. Así, Trabajo y sindicatos han registrado un texto que recoge la figura del torero cómico y cómo debe funcionar. Desde el departamento de Yolanda Díaz asumen que sus competencias en los convenios se limitan a hacer un “control formal de dichos acuerdos”. Es decir, a obligar al cumplimiento de la ley y no a la modificación de la misma, siempre que sea legal, de manera que la normativa depende de Interior.

La decisión del ministerio de Derechos Sociales no provoca una unanimidad. Así las cosas, además de la lectura de Trabajo y partes sindicales, la asociación ADEE (de personas con enanismo) lamenta que la actualización del convenio no dista mucho de lo que estaba amparado y que implica un acto “de vulneración de los derechos y la dignidad humanas” porque ser “torero cómico” exige ser “muy pequeño”. La asociación amenaza con enviar la resolución a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, la Unión Europea (UE), la Dirección General de Discapacidad y el Ministerio Fiscal.

Además de todo esto, algunos de los profesionales directamente implicados piden poder seguir participando de este tipo de eventos; lo que complica aún más alcanzar el acuerdo en un asunto al que, parece, aún le queda tiempo para ser del todo resuelto.