El derrumbe del interior del edificio ubicado en el número 4 de la calle Hileras ha provocado, finalmente, la muerte de cuatro personas. Se trataría de la mujer encargada de la reforma de este bloque, que se iba a reconvertir en un hotel, y de tres operarios, a los que les fue imposible abandonar la infraestructura junto al resto de los trabajadores en el momento en el que la planta superior cedió cayendo hasta la baja. 

Los bomberos finalizaban las labores de búsqueda en la madrugada de este miércoles, 8 de octubre, tras abrirse paso entre los escombros hasta hallar los cuerpos de los desaparecidos en este trágico suceso. Tal y como se ha podido conocer, se ha descartado la posibilidad de que pudiera haber más personas bajos los escombros, por lo que este cuerpo de emergencias abandonó el lugar al final de la noche, quedando un retén a la espera de que se realice una revisión por parte de los técnicos que determine el estado de la edificación y las futuras actuaciones que se llevarán a cabo para asegurar la estructura

Ahora comienzan a surgir posibles versiones que expliquen por qué se dio este derrumbe. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, hablaba de que el procedimiento judicial que se ha abierto para investigar los hechos estaría considerando que la sexta planta se encontraba sobrecargada. El primer edil madrileño apuntaba esto, si bien indicaba que todavía “es pronto para confirmar”.

El jefe de la guardia de Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, trasladaba que son diferentes los factores por los que se ha podido dar esta situación, si bien señalaba que habría cedido el forjado de la cubierta de la quinta planta, que sostenía a la terraza en la sexta, habría cedido, lo que provocó el desmonoramiento hasta la baja. 

La posible versión que habría marcado José Luis Martínez Almeida choca con la que aporta el responsable de la empresa Anka Demoliciones, Daniel Anka, quien asegura que el derrumbe fue un accidente que tuvo lugar en una zona en la que no se estaba trabajando, y subrayaba que todos los trabajadores contaban con la documentación y licencias en regla.

En declaraciones a los medios de comunicación en las inmediaciones del inmueble siniestrado, el empresario señalaba que aún no hay una información clara sobre las causas del suceso y que la empresa está también recabando datos mientras avanza el trabajo de la Policía Científica, que investiga los hechos como un accidente laboral. Anka explicaba que las obras comenzaron el pasado mes de febrero y avanzaban a un ritmo "muy lento" por tratarse de un edificio antiguo que requería intervenciones progresivas. "Se va demoliendo una parte, se refuerza y se ejecuta. Se toman todas las medidas de seguridad", aseguraba.

Sobre las posibles causas del siniestro, Anka apuntaba que, según la información de la que él dispone, no había exceso de carga en la planta que colapsó; a la par que ha negado que se estuviera vertiendo hormigón en la zona ni tampoco que se hubiera producido un fallo en la grúa. Además, señalaba que la grúa estaba parada durante la jornada del siniestro y que el hormigón se estaba echando en el sótano; al respecto de la sobrecarga, el empresario ha señalado que es un asunto que "lo sabrán los que hagan la investigación".

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