La sanidad madrileña clama contra un trato injusto y unas condiciones laborales nefastas, una batalla que lleva prolongándose más de lo debido. Los Puntos de Atención Continuada (PAC) -antiguos SUAPS- conocidos por ser el nuevo plan de urgencias extrahospitalarias del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, tan solo llevan un mes operativos y, teniendo en cuenta la huelga indefinida de los sanitarios, la situación ha empeorado con creces.

Durante la última semana, las incidencias en los distintos centros de salud de los barrios a las afueras del centro de la capital, así como los municipios de la región, se han incrementado. Atendiendo a los datos publicados por la Plataforma SAR entre el día 10 y 16 de noviembre, se refleja con todo detalle el personal que opera en cada centro de salud, así como los problemas que han surgido a lo largo de la jornada.

Incidencias por doquier

De los 78 PAC que recoge el informe, tres de ellos se encuentran exclusivamente abiertos los fines de semana. No obstante, el sábado 12 de noviembre el centro de Fuencarral permaneció a puerta cerrada; mientras que el domingo 13, coincidiendo con la multitudinaria manifestación en el corazón de Madrid, el de Velilla de San Antonio tampoco ofreció sus servicios a sus vecinos. De la misma manera, durante esta semana han echado el cierre más de cinco centros por día, siendo el sábado 12 cuando 11 PAC no atendieron a ningún paciente, bien por la falta de profesionales o por el traslado de los mismos a otros puntos de la región.

Cabe destacar que tanto médicos, enfermeras y celadores han tenido que hacer malabares para no dejar ninguna urgencia extrahospitalaria sin atender, aunque, debido a la falta de personal que a cada día se agrava aún más, ha supuesto una tarea de lo más ardua. A modo ilustrativo, el jueves 10, en el centro de Soto del Real, se da el siguiente aviso sobre el encargado de medicina: “Por cambios en la jornada comunicados desde hace tiempo, y con conocimiento de incidencias desde hace más de una semana de que le habían puesto dos guardias seguidas, han dado orden de mínimos para la jornada de hoy, sin respetarle la libranza de guardia”.

Otro de los incidentes ocurrido en Federica Montseny (Vallecas) el domingo 13 fue, cuanto menos, más complicado: “Un único sanitario en el centro. Durante la guardia, atiende a un paciente con sintomatología muy grave que requiere activar un recurso avanzado del SUMMA. Se ve solo hasta la llegada del recurso (…) Aparece un segundo paciente que requiere valoración del médico, que baja de la ambulancia para atenderlo. Se decide que el segundo paciente sea trasladado a un centro hospitalario por sus propios medios, mientras que el primero por el recurso avanzado. Durante este proceso, siguen llegando pacientes para curas, acumula un retraso de dos horas”, puede leerse en el documento. Este miércoles en García Noblejas (Ciudad Lineal) los sanitarios alegan que “la incidencia de pacientes es diferente a años anteriores porque dudan de si está abierto o no” el PAC.

Desde el sindicato MATS, en conversaciones con ElPlural.com sobre el estado de las urgencias extrahospitalarias, aseguran que se contrata personal “para cubrir los servicios mínimos marcados por la Comunidad de Madrid”. Señalan así que el objetivo principal es que vuelvan los SUAP y SAR tal y como se conocían antes de la pandemia.

Traslados exprés en Uber

Otro de los factores que destacan en el proceso de los PAC durante los últimos días son los traslados repentinos de los profesionales de un punto a otro de la región a través de VTC. El jueves 10 el médico de Torrelaguna recibió el aviso de su traslado a Buitrago de Lozoya; no obstante, a las 22:30 horas de la noche seguía en el centro de referencia esperando al Uber que le tenía que recoger y finalmente, llega a su destino pasada la medianoche.

Posteriormente, este martes en el centro de Arganda una enfermera fue desplazada con un vehículo de Uber a la PAC de Rivas por orden de la jefa de guardia, una decisión por la que no queda conforme y pone en aviso a Gerencia de Atención Primaria y DASE pero, cuando llega al centro, ya hay otra enfermera del SUMMA112, por lo que le ordenan -esta vez de palabra- que viaje en otro Uber hasta Angela Uriarte (Vallecas). Una serie de decisiones que propiciaron el cierre del PAC. Otra situación similar se vivió el mismo día con la celadora de Aranjuez, que fue trasladada a Ciempozuelos y, finalmente, a Getafe.

Posturas reacias ante el sistema de videollamadas

Una de las soluciones que puso sobre la mesa el Ejecutivo de Ayuso para paliar la escasez de personal en las PAC fue la instalación de equipos informáticos para que los pacientes pudiesen realizar una videollamada con su médico en vez de una consulta presencial al uso. Un método que no ha terminado de aplicarse en todos los centros ni tampoco ha recibido buenas valoraciones por parte de los sanitarios.

“Este sistema no garantiza una calidad asistencial, no se puede sustituir la atención presencial por un método telemático, solo puede llevar a errores de diagnóstico, los profesionales se exponen a toma de decisiones que les pueden acarrear problemas legales. No es un problema de falta de médicos, el problema real es de precariedad laboral”, defiende el sindicato MATS, matizando que el objetivo final de Ayuso es “deteriorar la sanidad pública para después privatizarla”.

Según los informes de incidencias de la plataforma SAR, algunos centros como Cadalso de los Vidrios si tienen habilitada la videoconsulta aunque, desde el lado contrario, otros como Torres de la Alameda o Cercedilla no disponen del material.