Decenas de madrileños del distrito de Arganzuela se han manifestado este sábado contra la tala de árboles en la calle Áncora, a consecuencia de las obras de ampliación de la línea 11 de Metro

Vecinos y comerciantes están en pie de guerra tras darse a conocer que las acacias de sus calles desaparecerán para facilitar el paso de los camiones de obra que se encargarán de sacar la arena del nuevo andén de la estación de Palos de la Frontera. En total, de los 66 ejemplares de esta vía desaparecerán 64. 

La movilización de este sábado, impulsada por la plataforma 'Salvemos Nuestros Parques', es uno de los dos nuevos actos de protesta que la organización ha programado. El segundo tendrá lugar mañana domingo en el entorno de la zona verde del barrio de La Concepción, Ciudad Lineal.

La entidad está decidida a conseguir fuerza e impulso a través de la unión de ideas y experiencias y a obtener cuotas de participación en la toma de decisiones para el diseño del futuro de los parques y zonas verdes de la capital.

Centenares de ejemplares afectados

En un principio, las protestas se iniciaron a consecuencia de la eliminacion de más de 200 ejemplares con motivo de la construcción de la futura estación de Madrid Río, pero se han ido extendiendo a otras zonas afectadas. 

El movimiento vecinal ‘Yo defiendo Este Árbol’ ya ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra el Director General de Gestión del Agua y Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez-Almeida, en defensa de la arboleda del Parque de la Arganzuela, conocido como Paseo de los Plátanos, que engloba 124 árboles de casi 60 años de edad y 20 metros de altura y otros tantos ejemplares de otras especies. 

Pancarta NO a la tala

Un licencia "ilegal"

Los vecinos entienden que la licencia, con fecha del 25 de octubre de 2022, es ilegal puesto que, de la documentación disponible en los portales de la Comunidad de Madrid y la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente Urbano, se desprende que "no se ha concedido en base al Estudio de Impacto Ambiental y la posterior Declaración del Impacto Ambiental, los documentos aprobados por el Ejecutivo regional y que marcan los límites de la licencia (donde se indica únicamente la tala de 22 árboles en el Paseo de Yeserías), sino en base al Proyecto de Construcción redactado con posterioridad, que no ha sido sometido a información pública y que altera de forma muy importante lo autorizado por la Declaración de Impacto Ambiental. (Este nuevo proyecto es el que indica la tala de 321 árboles en el interior del Parque de Arganzuela)". 

Del mismo modo, apuntal "el Ayuntamiento incumple su propia Ordenanza, pues el artículo 3.1 de la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano, de 24 de julio de 1985 señala que en el caso de actividades que, según la Ley 10/91 de la CAM, requieran Declaración de Impacto Ambiental previa a su autorización, se fijarán las condiciones exigibles a través de este procedimiento, cuyo contenido es vinculante para el órgano que concede la licencia". Sin embargo, en este caso, el Consistorio se ha saltado la Declaración de Impacto Ambiental y ha utilizado un documento que no es el que recoge la Ordenanza.

En base a la documentación de la que disponen, los vecinos afectados barajan tres opciones: que la Comunidad de Madrid haya engañado a los técnicos municipales que tenían que informar la licencia, remitiendo una información que no se ajusta a la realidad; que los técnicos no hayan hecho bien su trabajo, o que la licencia se haya concedido sin informe de estos.

Suspensión de la licencia 

Además de interponer recurso, los vecinos han solicitado también la medida cautelar de suspensión de la licencia municipal, pues la tala de los árboles estaba prevista dentro de los tres primeros meses desde el inicio de las obras, "cosa que ya ha ocurrido, dado que se ha vallado la zona y se están haciendo excavaciones alrededor de los árboles". Los afectados temen que el derribo de ejemplares tenga lugar de forma inminente, lo que ocasionaría un daño "no reparable" para el entorno de miles de ciudadanos desde un punto de vista ambiental. 

Ellos hablan, incluso, de cifras, en base a las informaciones que han recabado de los expertos que apuntan a que los ejemplares amenazados a lo largo de su existencia habrían capturado al menos 430.000 toneladas de CO2, lo que equivale a las emisiones contaminantes de 86 personas adultas en 2021.