Regresó la actividad parlamentaria a Entrevías tras el pertinente parón del mes de enero, pero lo hizo tal y como se fue: con elevadas dosis de crispación. La tensión se podía cortar con un cuchillo en la Asamblea de Madrid este jueves, donde el presidente de la Cámara, Enrique Ossorio, ha dado un recital de censura y “malas formas” desde la Mesa a la hora de gestionar el debate. De hecho, el que fuera número dos de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, censuró a cuatro diputados de la oposición mientras hablaban de su gestión en el caso de las FP, las residencias y de Miguel Ángel Rodríguez. “¡Qué nerviosos están! Para las óperas de Wagner valen mucho”, resolvía entre las quejas de PSOE y Más Madrid.
“Hemos empezado con ganas el periodo de sesiones”, ironizaba la portavoz parlamentaria de Más Madrid, Manuela Bergerot, tras un Pleno de lo más bronco. Especialmente con el presidente de la Asamblea de Madrid, el popular Enrique Ossorio. El que fuera ex número dos de Ayuso en el Ejecutivo de la legislatura pasada, fue el protagonista en el regreso de la actividad parlamentaria al ejercer su autoridad con mano firme contra la oposición. No le tembló el pulso en llamar al orden e incluso quitar la palabra a tres diputados de la formación regionalista y a otro del PSOE-M. Su pecado, denunciar la gestión de la presidenta madrileña en las residencias de mayores durante la pandemia, hacer referencias a su presunto papel en la trama de las FP o incluso menciones a Miguel Ángel Rodríguez.
“No puede ser que el debate sea tan zafio”, interrumpía al diputado socialista Daniel Rubio cuando este calificó la gestión de los centros sociosanitarios de mayores como “criminal”. Pero no contento con eso, Ossorio aludió a una reunión que a su juicio justificaba todas sus actuaciones en el pleno: “Por unanimidad, todos los presidentes de partidos autonómicos acordaron que no se puede hablar de la labor de las mesas en los Plenos”. Así explicaba su posición, mientras la indignación en la bancada de la oposición crecía a cada palabra que salía de su boca.
El presidente de la Cámara regional, tras esta justificación, varió su excusa para cada una de las interrupciones que hizo a diputados de la oposición. En las filas de Más Madrid y el PSOE-M creen que la consigna era evitar que se hablara de cualquier tema incómodo para el Gobierno de la Comunidad de Madrid. "Le incomoda y, si se confirma lo que todos indicios apuntan, pues va a tener que responder ante los tribunales”, deslizaban desde el partido que dirige Mónica García tras el rifirrafe con el máximo responsable de la Mesa de la Asamblea.
“No lo permite el reglamento”
Poco después del primer enfrentamiento con el parlamentario socialista, Emilio Delgado, portavoz adjunto de Más Madrid, intervenía en el Pleno para aludir expresamente al jefe de gabinete de la presidenta regional, Miguel Ángel Rodríguez, por varias preguntadas censuradas por el órgano rector de la Cámara, de mayoría conservadora por supuesto. Exposición que se llevó la regañina de Ossorio y que concluyó con una llamada al orden para Delgado.
Tras ello, Ossorio de nuevo sacó el rodillo ante dos diputados de Más Madrid. Dos intervenciones que finalizaban con una conclusión relativamente similar. Jimena González y Beatriz Borrás se llevaron la reprimenda del presidente de la Cámara porque en sede parlamentaria “hay que hablar de los asuntos”. “Yo permito que se hable de otras cuestiones políticas, al igual que mis compañeros, porque lo pusimos en común. De lo que no se puede hablar es de las funciones de la Mesa en su tarea de calificación, porque no lo permite el Reglamento”, insistió Ossorio, que se valía de otra excusa para justificar sus vetos en la sesión.
Otra portavoz de Más Madrid, María Pastor, sufrió idénticos ataques en sus propias carnes. Reclamó explicaciones y alusiones al reglamento en concreto, pero se topó con una ausencia de justificaciones más allá de las que ya había pronunciado. Ni exhibió pruebas que sustentaran sus cortes ni nada. Simplemente intentó que se no hablara ni de las residencias, ni de su gestión como presidente de la Mesa, ni de Miguel Ángel Rodríguez ni de nada que pudiera ser corrosivo para el Partido Popular.