El paritorio de Verín vuelve a ser noticia. En realidad, no ha dejado de serlo en momento alguno, pero la irrupción del coronavirus lo ha trasladado casi todo a un segundo plano. Desde que en noviembre del año pasado se conocieron los planes de la Xunta de Galicia de cerrar las instalaciones que prestan servicio al concello de esta localidad ourensana y a todo el entorno, los vecinos se echaron a las calles para protestar por lo que consideraban una “injusticia”.

El objetivo del Gobierno presidido por Alberto Núñez Feijóo era trasladar ese servicio a Ourense capital, lo que, a juicio de los profesionales que trabajaban en dicho paritorio, podría poner en peligro la vida de algunas parturientas y sus bebés debido a la distancia a recorrer, en algunos supuestos de más de dos horas.

Uno de los médicos que mostró su posición contraria a este cambio fue Javier Castrillo, responsable del Servicio de Ginecología del Hospital de Verín.

Ahora, se ha sabido que la administración autonómica ha iniciado su particular ‘venganza’ contra este facultativo a través de la apertura de un expediente disciplinario. La impresión, y así lo han denunciado ya diferentes colectivos, es que este movimiento tiene que ver con el posicionamiento de Castrillo en aquella polémica, más que con la supuesta conducta inapropiada. No obstante, el procedimiento se pone en marcha por la decisión que el 30 de noviembre tomó de no derivar a Ourense a una madre que estaba a punto de dar a luz. Finalmente, el bebé nació sin complicaciones y entonces sí fue llevado a la capital.

Sin embargo, la Consellería de Sanidade, considera que ha podido cometer una “falta grave” al no atender la recomendación realizada por la pediatra de guardia. La situación no es sencilla porque este expediente podría conllevar una inhabilitación especial de dos años.

Castrillo, en el medio local La Región, ha dicho que todo puede ser una “venganza” de Félix Rubial, el actual gerente del área sanitaria de Ourense y que, hasta antes de su traslado aquí por la Xunta, se encargaba de gestión del de Vigo, no sin pocas polémicas. Y es ahí, en la ciudad olívica, donde se incoa este expediente contra el médico.

El ginecólogo recibió la notificación la semana pasada, algo que llama la atención teniendo en cuenta que se refiere a un caso de hace un año.

Ante este giro en un asunto que siguió coleando hasta las elecciones autonómicas de julio, las reacciones no han tardado. En todas aparece la misma o parecidas expresiones: “venganza”.

"Intento de purga"

El BNG recibió la apertura de este proceso administrativo con “preocupación”, mientras que el PSdeG es más contundente. Su líder, Gonzalo Caballero, se refirió al asunto como un “intento de purga” de un profesional médico que “discrepó públicamente de las decisiones del Gobierno gallego”.

Por ello, exigió a Feijóo que arroje luz sobre los motivos de apertura de este procedimiento “disciplinario al doctor Castrillo” de quien recordó que es el “ginecólogo comprometido con el movimiento ‘Verín non se pecha’ para frenar la clausura del paridoiro”.

Todo este episodio del paritorio de Verín queda resumido en dos momentos especialmente intensos y emotivos. Uno, la manifestación multitudinaria que tuvo lugar el 30 de noviembre; otro, el nacimiento del primer bebé tras conseguir la reapertura del paritorio. Ocurrió el 6 de febrero de este año. Fue fruto del movimiento ciudadano y del personal sanitario.

Curiosamente, justo cuando se da a conocer la incoación de este expediente disciplinario contra uno de los médicos que más se posicionaron frente al cierre de ese servicio y de otros del mismo centro, la Xunta de Galicia, a través del Servizo Galego de Saúde, Sergas, ha publicado la adjudicación de redacción del proyecto y de la dirección de obra de la ampliación de los servicios Urgencias en el Hospital de Verín.