El caso del presidente de la Diputación de Ourense y máximo responsable del Partido Popular en esta provincia sigue complicándose en su contra. José Manuel Baltar fue cazado hace algunas semanas con un coche oficial a 215 kilómetros por hora en la autovía A-52 a su paso por la localidad zamorana de Asturianos. 

Los movimientos realizados por el hijo del, en su día autocalificado 'cacique bueno', José Luis Baltar, con el objetivo de demorar el juicio rápido al que debía someterse por la posible comisión de un delito contra la seguridad vial, llevaron, incluso, a una amenaza de multa y la adopción de medidas por parte de la jueza de Puebla de Sanabria encargada del caso. 

Finalmente, tras un aplazamiento y el amago de un segundo bajo la excusa de otras ocupaciones de su abogado, tal vez por las posibles sanciones a las que podría enfrentarse, José Manuel Baltar acabó compareciendo vía telemática el pasado 11 de mayo, es decir, 18 días después del incidente (ocurrió el domingo, 23 de abril, por la tarde). 

Ese día de la comparecencia, en un acto por la tarde de campaña con el presidente de la Xunta de Galicia y líder del PPdeG, Alfonso Rueda, Baltar no dudó en mostrarse optimista con respecto a las acusaciones en relación con la 'cazada' de la Guardia Civil de Tráfico, llegando incluso a señalar que estaba seguro de que no iría a más. Para ello alegaba, y así lo hizo ante la magistrada, despiste y poca señalización en la propia autovía, algo que los agentes echaron por tierra con un atestado de más de cincuenta páginas. 

Ahora, todas las excusas planteadas por José Manuel Baltar vuelven a caerse al suelo tras conocerse que ese mismo día 23 de abril, antes de que Tráfico le diera el alto por circular a 215 kilómetros por hora, ya había sido detectado a una velocidad muy superior a la permitida en la misma vía minutos antes. 

A 173 kilómetros por hora

Así lo ha desvelado hoy SER Ourense. Según esta emisora, esa jornada de abril, apenas tres cuartos de hora antes y todavía en la provincia ourensana, el presidente de la Diputación Provincial conducía él mismo el coche oficial a 173 kilómetros por hora. Así quedó patente en la fotografía realizada por el radar situado en el kilómetro 210 de la misma autovía a la altura de Allariz, en un tramo que tiene limitada la velocidad máxima a 120 kilómetros por hora. Esta primera infracción se produjo a las 17.44 horas, según este medio de comunicación; la segunda, la conocida hace días, a las 18.38 horas. 

La diferencia entre una y otra, además de la distinta velocidad aunque siempre muy por encima de la permitida, es que mientras en la primera no hubo intervención de la Guardia Civil al tratarse de una situación detectada a través de un radar fijo, en la primera sí que José Manuel Baltar fue interceptado por los agentes de Tráfico. 

La situación se complica, sin duda alguna, para el líder de los 'populares' ourensanos quien, por cierto, ha recibido el respaldo -incómodo, según algunos medios locales- del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda que, no obstante, ha vuelto a repetir acto de campaña con Baltar. 

La importancia de este segundo exceso de velocidad requiere de las explicaciones oportunas. Sin embargo, las que todavía no ha ofrecido el principal protagonista es a qué lugar se dirigía rompiendo todos los límites para una autovía y con un coche oficial de la Diputación de Ourense. Más allá de que a donde iba lo hacía con prisa, todavía se esperan las aclaraciones oportunas porque no hay constancia de que se hubiese dirigido a Madrid, tal y como él alegó. 

Con este segundo caso llueve sobre mojado en Ourense, con unas condiciones de gobernabilidad más que difíciles con el partido Democracia Ourensana del polémico Gonzalo Pérez Jácome con el que se repartió la alcaldía de la capital y la presidencia de la Diputación. Muchos observan estos episodios como la puntilla para José Manuel Baltar a través del llamado fuego amigo, atribuyendo la aparición de estos casos a su propio partido.