El pasado 21 de febrero fue hallado en el interior de un pozo en la parroquia de O Cerquido, en el término municipal de O Porriño, Pontevedra, el cadáver de una persona. Desde entonces, las autoridades que investigan el asunto han tratado de dar con su identificación, algo que hasta el momento no ha generado resultado alguno.

Ante esto, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el juzgado que dirige las pesquisas para localizar la identidad, el de Instrucción número 3 de O Porriño, ha tomado una de esas decisiones que, sin ser extrañas, tampoco son habituales entre las formas de proceder de los organos judiciales.

Se trata de publicar el retrato de ese cadáver encontrado hace casi 20 días en el pozo de una nave sin actividad situada en la citada parroquia. El hallazgo lo hicieron los empleados de una empresa de reformas que llevaban a cabo obras en la nave que, precisamente, había sido adquirida por su nuevo propietario un mes antes. Lo que ha hecho público ahora el juzgado es el retrato elaborado por la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) mediante la técnica de aproximación facial.

A estas situación se llega después de que haya sido imposible identificar el cadáver a través de métodos genéticos.

Fallecido entre 2017 y 2020

Según ha informado el TSXG, los médicos forenses han concluido que el “fallecimiento se produjo entre 2017 y 2020”. El cadáver, que “tenía signos de violencia”, es de un hombre de entre 30 y 40 años, con una altura de alrededor de 1,75 centímetros y de complexión fuerte.

Asimismo, tal y como se desprende de las investigaciones de la Guardia Civil de Pontevedra, existe la posibilidad de que la víctima fuese un “ciudadano portugués”, tanto por la proximidad con la frontera como por el hecho de que se encontraron en su poder monedas de euro acuñadas en ese país.

La Unidad de Antropología Forense del Imelga se ha servido para este caso de una técnica que permite realizar una aproximación del rostro de la víctima a partir de las estructuras óseas faciales.

Fotos llaves encontradas junto al cuerpo

A través de este procedimiento, con la colaboración de una artista forense, los expertos han generado un retrato y un vídeo con el rostro del fallecido, los cuales no pretenden ser una reproducción fiel de la persona, sino solo una aproximación de su rostro, con la intención de contribuir a su identificación.

Descatar también la labor que en el proceso de identificación ha tenido un papel relevante el Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro, de la Universidad de Santiago de Compostela, que ha determinado que el fallecido era de origen europeo y que tenía la piel blanca, el pelo oscuro y los ojos de color miel.

Los expertos le han superpuesto variantes de pelo (largo, corto, con barba, sin barba) al retrato generado por aproximación facial con el objetivo de que alguna persona reconozca el rostro y colabore en la investigación. Además del retrato, se ha acordado difundir la fotografía de unas llaves de un vehículo antiguo marca Renault y de una llave convencional localizadas junto al cadáver.

Se da la circunstancia de que hace unos días, otro juzgado gallego pidió ayuda a la ciudadanía para identificar a una persona que había fallecido mientras hacía deporte en el campus universitario compostelano. Al final, el llamamiento dio su fruto y se pudo indentificar y localizar a la familia de este hombre.