Cuando las obras de la Línea 1 entre Sol y Valdecarros siguen en marcha la Comunidad de Madrid prepara las siguientes. Ahora, toca el turno de la parte norte de la línea en un cierre que se llevará a cabo en 2024. 

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) incluyó hace unos días un anuncio relativo al contrato de renovación integral de la estructura de vía de la L1 entre las estaciones de Sol y Chamartín. Se trata un documento que contiene algunos datos que previsiblemente incluirán los pliegos, que la empresa pública madrileña prevé licitar antes del 30 de septiembre. Unos cortes que afectarán a zonas como Tetuán, que tienen en la Línea 1 la única forma rápida de comunicarse con el centro y el sur de la ciudad.

Los detalles que se dan son prácticamente iguales a los que aparecían en la licitación de la vertiente sur, que se hizo en el otoño de 2022 y se adjudicó en los meses siguientes. De esta forma, unos meses antes de verano comenzaron los trabajos de preparación de la obra que no supuso la interrupción del servicio. Una vez finalizados, y con opacidad, se cerró el pasado 24 de junio. 

La Consejería de Transportes e Infraestructuras prevé invertir en las obras de modernización de la superestructura entre Sol y Chamartín en torno a 26,5 millones de euros, aproximadamente 3,4 millones más que el presupuesto del trazado sur, cuyas obras se siguen realizando. La duración prevista de las obras es coincidente en ambos tramos: 10 meses. Por ello, y viendo cómo suelen realizarse las obras en Metro, cabe pensar que la ejecución se hará en idénticas condiciones. Unos meses de trabajos nocturnos sin que se afecte al servicio al inicio y final del corte, llevando un total de 6 meses, y cuatro de cierre.

No son datos oficiales y confirmados, pero se trata del modo de proceder habitual en las obras que se realizan para remodelar Metro. Sin embargo, desde la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras que dirige desde hace poco más de un mes Jorge Rodrigo tampoco indican en qué fechas se hará esta intervención.

El cierre del otro tramo de la Línea 1 ya era conocido. En la anterior legislatura el entonces consejero David Pérez ya comunicó que se preveía ejecutar el tramo entre Sol y Chamartín en el 2024.

Un cierre polémico

Las obras de la Línea 1 en el tramo sur han sido una fuente de problemas. Apenas se sabía nada del inicio de las obras y Ayuntamiento de Madrid trabajaba con una fecha anterior a la que finalmente fue ya que la Comunidad retrasó y evitó la labor de información por las elecciones del 28M.

Finalmente, fue aplicado un sistema de buses sustitutivos que suplían el servicio en superficie. Un plan, criticado por los vecinos y que duplica los tiempos ya que el tráfico en zonas tan tensionadas de tráfico como Sierra de Guadalupe, avenida de la Albufera o Atocha, retrasan los trenes.

Incluso con el Ministerio de Transportes hubo problema después de que la Comunidad no se coordinara para reforzar la red de Cercanías. A escasa semana del cierre, Renfe anunció un refuerzo de sus servicios frente a lo que ocurre otros veranos, cuando la frecuencia de los trenes de Cercanías que unen el centro de Madrid con los distritos de la periferia disminuye en julio y agosto por la menor demanda. Ahora Renfe mantiene tal y como están las líneas C3 y C4 de Cercanías Madrid en otras épocas del año para conectar Villa de Vallecas y Puente de Vallecas con el centro de Madrid durante todo el verano ante los cortes en la línea 1 de Metro.

Unas obras que debían hacerse en 2007

18 estaciones de la Línea 1 de Metro cerrarán entre Sol y Valdecarros. Con las obras se va a proceder a desamiantar varias zonas y cambiar las vías, diferentes elementos de los túneles y la señalización. Sin embargo, se trata de unas obras que debieron realizarse hace casi veinte años y que el Ejecutivo autonómico ha retrasado hasta 2023.

"Las obras de reforma de la Línea 1 de Metro se tendrían que haber acometido antes de la crisis", indicaba un portavoz de Metro en 2016 a los medios de comunicación. En aquel entonces la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por Cristina Cifuentes, cerraba el mismo tramo para reforzar la catenaria y las paredes de los túneles. "Deberían haberla realizado después de la última ampliación. Una vez acabada la extensión de la red se tendría que haber realizado un trabajo de reforma de las líneas", explicaban entonces dejando claro que el no haber acometido las obras nunca ha supuesto un resentimiento de la seguridad. De hecho, ya avisaban del cierre que Ayuso ultima y comunicará pasadas las elecciones. "Pasados unos años, tendremos que volver a hacer otras para la reforma de las vías", indicaban en Metro.

"Se tendría que haber mantenido el esfuerzo inversor en la reforma de los túneles desde finales 2007. El problema es que, luego, llegó la crisis y el ajuste presupuestario obligo a todas las entidades públicas a apretarse el cinturón, lo que hizo que se redujese el dinero para obras", añadían hace siete años en Metro de Madrid.