Las aguas bajan turbias por Ferraz. La aplastante victoria de Isabel Díaz Ayuso, sumado al sorpasso de Más Madrid, han desatado las primeras turbulencias en el avión socialista. Desde el PSOE prácticamente se desentienden del duro batacazo y se remiten al inminente Comité Federal, mientras que los barones madrileños entonan un canto al unísono contra Ángel Gabilondo. Por el momento, desde el entorno del candidato y quién sabe si portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea aseguran que "no dimitirá".

Gabilondo emergió en las últimas horas de lo que se convirtió en una fatídica jornada electoral para dar cuenta de los errores del partido en la campaña. Asumió que no logró el objetivo y lo lamenta. Así se dirigió a los madrileños en un momento en el que todo el mundo pensaba que el siguiente verbo que utilizaría sería dimitir. Pero nada más lejos de la realidad.

En palabras del dirigente socialista no había indicios de renuncia y así se confirmó cuando abandonó el atril del Hotel Princesa Plaza, cuartel general de los socialistas durante la noche electoral. De hecho, un día después del duro golpe, desde el equipo de Gabilondo confirman que no se plantea dimitir y que recogerá su acta de diputado.

Que no dimitiera Gabilondo en el ocaso del 4M ha sido la gota que colma el vaso para muchos barones madrileños, a quienes, según fuentes consultadas por ElPlural.com, les sorprendió que su candidato no diera un paso a un lado. Entienden que era un “gesto de generosidad” necesario para transmitir un mensaje claro: el problema no era tanto del partido como del candidato.

Gabilondo está amortizado

En el seno de las baronías municipales socialistas, sobre todo en municipios del sur y grandes ciudades dominadas por el puño y la rosa, destacan el gran poder local que aún tiene el PSOE y reprochan que la campaña ha sido una catástrofe. Estas mismas fuentes deslizan que las debilidades del partido a título autonómico se acentúan cuando los comicios regionales no convergen con los municipales.

Creen que si la estrategia de campaña hubiera sido aceptable no se habrían perdido esos 5.000 votos que han despojado al PSOE de la hegemonía de la izquierda en Madrid y, por tanto, del liderazgo de la oposición al PP.

En resumidas cuentas, Gabilondo está amortizado. Así se transmite al menos, desde el entorno de los alcaldes socialistas, quienes entienden que éste no es sino un punto de inflexión para la apertura de dos debates: la sucesión del ya ex jefe de la oposición en la Asamblea y si la persona que ocupe su puesto concentrará también el poder orgánico o se mantendrá la bicefalia (Gabilondo-Franco) que ha imperado en los últimos años.

Así las cosas, confían en que, tras la celebración del Congreso Federal del PSOE (octubre) se organizará uno regional para atajar esta crisis en la Comunidad de Madrid. Entre tanto, este jueves se reunirá tanto el Comité Federal del PSOE como el del PSOE-M del que se espera alguna que otra variación mientras Ferraz rehúye de la titularidad de este batacazo.