El relevo en la Generalitat Valenciana ya tiene nombre para los 'populares'. Juan Francisco Pérez Llorca, actual secretario general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana y hombre de máxima confianza de Carlos Mazón, ha sido propuesto por Alberto Núñez Feijóo para asumir el liderazgo del Consell tras la marcha del presidente. No obstante, la decisión final dependerá de la extrema derecha, quien tiene que validar con sus votos el ascenso del candidato.
Su elección representa la continuidad del proyecto político iniciado en 2023, pero también abre una nueva etapa marcada por el reto de recuperar estabilidad interna y credibilidad pública. Feijóo ha mantenido este martes "una última conversación telefónica" con Pérez Llorca, en la que le ha comunicado su designación como candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat de cara al pleno de investidura que se convocará en los próximos días "para dar estabilidad a la Comunidad Valenciana a la mayor brevedad posible", han añadido las mismas fuentes.
Antes del anuncio oficial, el secretario general del PP, Miguel Tellado, ya había avanzado que el presidente del Partido Popular daría a conocer "rápido" el nombre del candidato para sustituir a Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana tras "consultar" con el Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), como después ha sucedido.
De Finestrat al Palau: el ascenso de un perfil discreto
Nacido en Finestrat (Alicante) en 1976, Pérez Llorca ha construido su carrera política sin estridencias, desde la base municipal hasta las más altas esferas del poder autonómico. Alcalde de su municipio desde 2015, su gestión ha sido definida por el equilibrio entre la promoción turística y la estabilidad financiera, dos pilares que trasladó a su labor como secretario general del PPCV, cargo al que accedió en 2023 por decisión directa de Mazón.
En el partido siempre se le ha considerado un hombre de confianza. Fue el encargado de vertebrar la maquinaria territorial del PP valenciano y de mantener cohesionadas las estructuras provinciales en los momentos más tensos de la legislatura. De hecho, su nombre figuraba desde hace meses en todas las quinielas como posible sucesor natural de Mazón, en caso de que el presidente diera el salto a la política nacional.
La apuesta por la continuidad
Su designación busca evitar un vacío de poder en un momento especialmente delicado para la Generalitat. La dimisión de Mazón, motivada por su próxima incorporación al Gobierno central, obligó al PP a actuar con rapidez para garantizar la estabilidad institucional. En ese contexto, Pérez Llorca ofrecía lo que el partido necesitaba: perfil dialogante, conocimiento del territorio y experiencia parlamentaria.
El ya presidente designado ha sido también portavoz del Grupo Popular en Les Corts, donde se ha mostrado como un político meticuloso, más dado al trabajo interno que al protagonismo mediático. En la bancada popular lo definen como “prudente, eficaz y con sentido del equilibrio”, cualidades que, a ojos de Génova, lo convierten en un valor seguro para mantener la calma en el gobierno autonómico.
Un reto de gobernabilidad
El nuevo líder del Consell afronta una tarea nada sencilla. Por un lado lado, deberá recomponer la relación con Vox, su socio de gobierno, tras semanas de desencuentros y reproches cruzados que han tensionado la coalición. Por otro, tendrá que hacer frente a las consecuencias políticas de la DANA que golpeó la Comunitat en septiembre, un episodio que dejó críticas por la gestión de las ayudas y la falta de coordinación institucional.
Además, Pérez Llorca deberá consolidar la posición del PPCV como partido de gobierno, en un contexto donde el desgaste institucional amenaza con abrir espacio a la oposición socialista y a Compromís. “Mi prioridad es seguir trabajando por los valencianos, con serenidad, rigor y diálogo”, ha afirmado tras su designación, evitando cualquier tono triunfalista.
Un hombre de partido con proyección autonómica
Su salto al primer plano político autonómico refleja también una estrategia de largo recorrido del PP valenciano. La dirección regional, con el respaldo de Génova, quiere proyectar la imagen de un equipo cohesionado y de continuidad, evitando la sensación de ruptura. Pérez Llorca representa esa fórmula: disciplina orgánica, perfil técnico y fidelidad institucional.
Quienes lo conocen aseguran que no busca el foco, pero sabe moverse en los equilibrios de poder. Su estilo es más de despacho que de plató, y su fortaleza radica en la confianza que genera entre los cuadros intermedios del partido. Con la presidencia en sus manos, su reto será demostrar que puede transformar esa lealtad interna en liderazgo público.
Pérez Llorca asume el mando de la Generalitat con la promesa de dar continuidad al proyecto de Mazón, pero también con el desafío de imprimir su propio sello. Su mandato podría ser transitorio o, si consolida apoyos, prolongarse hasta 2027. Todo dependerá de su capacidad para mantener el consenso dentro del PP y garantizar la estabilidad parlamentaria en los próximos meses.
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