“Mañana cuando yo falte, no vengáis a llorar. Nunca estaré bajo tierra, soy viento de libertad”. Estas palabras de Che Guevara que figuran en su epitafio se las dedicó Jon Paredes Manot, aliasTxiki, a sus hermanos pequeños antes de morir escribiéndolas en el reverso de una fotografía. 

Él fue uno de los cinco asesinados por Francisco Franco cuando ya agonizaba, junto a Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez- Bravo Solla, Ramón García Sanz Ángel Otaegui Etxeberría

Este sábado se cumplen 50 años de los últimos fusilamientos de Franco, un crimen que dio la vuelta al mundo, recibió una condena internacional sin precedentes, y evidenció lo que era la dictadura del 'generalísimo', al que solo le quedaban unos meses de vida.

"Los últimos años del franquismo no fueron una agonía suave, como suele decirse cuando se habla de esa etapa. Continuó siendo una época de represión que nunca cesó", aseguran desde Acción Ciudadana contra la Impunidad del Franquismo (ACIF)

Hubo muchos más acontecimientos que lo prueban. "Murieron manifestantes por reclamar vivienda, trabajo y salarios dignos, democracia, libertad sindical y política…; se decretaron estados de excepción, se realizaron asesinatos con la falsa cobertura de juicios absolutamente ilegales, miles de detenciones", relatan desde esta entidad, que recuerda que "la tortura era una práctica habitual en comisarías y cuarteles, y los torturadores, prestigiosos héroes del Régimen que, paradójicamente y como una burla a la democracia recién estrenada, los sucesivos gobiernos democráticos continuaron condecorando y premiando con ascensos en el escalafón de las fuerzas de seguridad del Estado".

Incluso ya casi en su final, "luchar contra la dictadura era mirar de frente a la muerte", destacan. "Ninguna libertad ni garantía democrática protegía a quienes se enfrentaban a ella", enfatizan, y aquellos jóvenes antifranquistas de poco más de veinte años lo sabían.

Desde Acción Ciudadana contra la Impunidad del Franquismo, subrayan la necesidad de rescatar la memoria de aquel tiempo para entenderlo con justicia. "No podemos olvidar que seguimos siendo el segundo país del mundo con más desaparecidos en fosas comunes", recuerdan.

Coincidiendo con el 50 aniversario del fusilamiento de aquellos cinco jóvenes, esta entidad y la Asociación Al Alba celebraron este viernes un acto de homenaje apoyado por más de 40 organizaciones, entre ellas la Universidad de Valencia, espacio en el que se desarrolló la iniciativa. Otras ciudades de España llevarán a cabo hoy eventos similares. 

"Conmemorar la fecha del 27 de septiembre de 1975 es recordar y rendir homenaje, en las figuras de los cinco jóvenes asesinados, a todas aquellas personas, muchas de ellas afortunadamente aún vivas, que, con las diferencias políticas e ideológicas que existían entre unas y otras, lucharon con generosidad contra la dictadura y abrieron paso a las libertades en nuestro país pagando, a veces, por no decir siempre, un precio muy alto", indican los organizadores.

Grandes cambios y una amenaza permanente 

Aunque en los últimos años se han dado importantes pasos en este sentido, con la promulgación de la Ley de Memoria Democrática de 2022, que propició avances respecto a la de Memoria Histórica de 2007, a juicio de esta entidad siguen existiendo "bastantes insuficiencias que, sin demorarnos en el tiempo, debemos continuar corrigiendo".

En este punto hacen mención al derecho “a la reparación moral y a la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva”, que recoge la norma y recuerdan cómo en las Cortes Valencianas, PP y Vox trataron de acabar con ella aprobando el pasado año la Ley de Concordia de la Comunidad Valenciana, que "equipara vergonzosamente a víctimas y verdugos". "Fue una burla, una palada más de tierra sobre los miles de asesinados en la dictadura", lamentan desde Acción Ciudadana contra la Impunidad del Franquismo.

El pasado mes de mayo, el Tribunal Constitucional admitió el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno contra el texto de los 'populares' y la ultraderecha, que venía a sustituir al aprobado por el el Gobierno del Botánico.

En el caso de los últimos cinco jóvenes asesinados por Franco, solo se ha logrado, y recientemente, la anulación de la condena de Xosé Humberto Baena. Su familia luchó décadas para conseguirlo con el apoyo de Amnistía Internacional.

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