El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dirigido por José Félix Tezanos, presagia una noche de infarto en las elecciones vascas del próximo 21 de abril. A las puertas de la campaña, el organismo demoscópico atisba que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se impondrá a EH Bildu por apenas dos o tres escaños. Concretamente, el barómetro publicado este lunes indica que los jeltzales conseguirían entre 29 y 30 escaños, mientras que los abertzales les perseguirían con entre 28 y 29. 

Restan veinte días para las elecciones vascas y apenas cuatro para el arranque de la campaña electoral. La actualidad nacional y catalana ha centralizado el foco del debate público, hasta que este lunes, el CIS ha publicado un estudio preelectoral sobre los comicios en Euskadi, con unas proyecciones que aventuran una noche no apta para corazones sensibles. Los resultados muestran un triunfo por la mínima de los jeltzales sobre la izquierda abertzale, aunque el crecimiento de EH Bildu es notorio con respecto al 2020, cosechando entre siete y ocho parlamentarios más de los que tiene ahora (21).

Lejos de la batalla por la victoria, asoma el PSE, con una ventaja de entre cinco o seis escaños con respecto al Partido Popular. Los socialistas de Eneko Andueza repetirían el resultado de las autonómicas de 2020, siendo de nuevo la llave para la lehendakaritza. Por su parte, los conservadores podrían perder un parlamentario, aunque cabe señalar que en los anteriores comicios se presentaron en coalición con Ciudadanos, que, como en el resto del país, no tendría hueco en el Parlamento vasco. El único escaño cosechado por Vox también corre peligro, según el CIS.  

La sangría, en cambio, se registra en la izquierda no nacionalista. Las proyecciones del organismo que dirige José Félix Tezanos no son nada halagüeñas para el espacio a la izquierda del Partido Socialista. Sobre Sumar y Podemos sobrevuela la amenaza de ser fuerza extraparlamentaria. Para los magentas, el sondeo es ligeramente más benévolo, con la posibilidad de sentar en la Cámara autonómica a dos representantes. Mientras tanto, para los morados las horquillas más optimistas se frenan en un diputado. La división en este espacio favorece un escenario sin representación parlamentaria.

Récord nacionalista

El CIS ha sido más benévolo con la fuerza mayoritaria en el País Vasco. El PNV, al contrario que el resto de alternativas demoscópicas, tan sólo proyecta una pérdida de un escaño en el supuesto más pesimista. Los jeltzales ganarían los comicios, sentando entre 30 y 31 parlamentarios en la Cámara. Números que, sumados a los 28-29 de EH Bildu, podrían suponer un total de 60 diputados, elevando el techo histórico del nacionalismo en Euskadi, cuyo récord se situaba en los 52 actuales.

Si bien esta cita podría romper con las barreras históricas de la conjunción nacionalista, se apega a la serie histórica en la imposibilidad de las fuerzas parlamentarias a acercarse a los 38 asientos que dan la mayoría absoluta. Por lo tanto, todo queda reducido a pactos postelectorales, siendo el PSE, con sus diez escaños potenciales, la llave para elegir al futuro lehendakari.

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