Roger Torrent respira tranquilo. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha absuelto al ex presidente del Parlament y actual conseller de Empresa, sobre el que descansaba la acusación de la Fiscalía de desobediencia al Tribunal Constitucional. El Ministerio Público sostenía que la Cámara autonómica permitió que votara la reprobación de la monarquía en una moción sobre la autodeterminación. Sin embargo, la Justicia catalana entendió la votación como “meras proclamas políticas”.

La Fiscalía reclamaba una multa de 30.000 euros y 20 meses de inhabilitación para el que fuera presidente de la Mesa del Parlament, así como para otros dos de sus miembros, en este caso de Junts; el exvicepresidente Josep Costa y el secretario de relaciones con la Administración de Justicia, Eusebi Campepadrós. En cambio, para Adriana Delgado se solicitaban 16 meses de inhabilitación.

Las peticiones del Ministerio Público han caído en saco roto al entender el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que las dos resoluciones votadas por el Parlament en 2019 no eran sino “meras proclamas políticas” que no buscaban “materializar” la autodeterminación de la región.

Según los magistrados, el Tribunal Constitucional no habría vetado ambas resoluciones, por lo que no cabría la imputación de desobediencia. Es decir, el TC sí prohibió todo avance vinculado íntimamente al procés, pero en los márgenes en los que se movió el independentismo durante octubre de 2017, lo que no implica que el Parlament evidenciara, simbólicamente, un contundente rechazo a la Monarquía y reivindicara la autodeterminación.

El tribunal estima que la Mesa basó su interpretación jurídica fue compartida por el entonces secretario general del Parlament y Letrado Mayor, quienes dieron el visto bueno a la tramitación de sendas resoluciones. Durante el proceso, de hecho, explicaron que las iniciativas contra el rey y en favor de la independencia de Cataluña se situaron en un momento en el que el TC varió su jurisprudencia por el influjo del procés y acotó los márgenes de actuación de la propia Mesa.

Dos jueces del TSJC fueron recusados, incluyendo el presidente del propio tribunal, Jesús María Barrientos, por lo que este fue poco habitual, que tampoco contó con magistrados de la Sala encargados de juzgar a los aforados, por lo que echó mano de la Sala de Apelaciones para situar a Carlos Mir, presidente del tribunal y ponente del fallo, así como otros dos jueces voluntarios.

Durante el proceso, el fiscal José Joaquín Pérez de Gregorio y el tribunal mantuvieron un agrio enfrentamiento al que acompañó un boicot contra la vista oral de Costa. Este último, de hecho, abandonó las sesiones y sembraba la duda sobre la nulidad del juicio. Asimismo, el fiscal señaló a los tres jueces del caso de reunirse con una cuarta magistrada para deliberar sobre su posible suspensión, con el agravante de que esta última era ajena al tribunal.

Torrent celebra el fallo

El exprsidente de la Mesa y actual conseller de Empresa, Roger Torrent, ha celebrado su absolución a través de su perfil oficial en Twitter. En la red social, el dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) considera una “gran noticia para la libertad de expresión” y para el derecho de iniciativa de los diputados. En este sentido, ha subrayado que el Parlament ha de tener “autonomía para hablar de todo aquello que interese a la ciudadanía”, incluyendo las cuestiones ligadas estrechamente a la autodeterminación y a la Casa Real.