El líder de Junts per Catalunya (JxCat), Carles Puigdemont, ha asegurado que una repetición de las elecciones en Cataluña no sería "ninguna tragedia", aunque ha recalcado que esa "no es la prioridad" porque "no lo desea nadie". En una entrevista en El Punt Avui, Puigdemont ha desdramatizado un eventual escenario en el que, después de las trabas judiciales a su investidura y las reticencias de la CUP a investir a Jordi Sànchez, Cataluña se acabe viendo abocada a unas nuevas elecciones.

"Cuando el mecanismo de la ley prevé que pueda haber elecciones, no es ninguna tragedia", ha señalado, antes de añadir: "Que quede claro que si vamos a elecciones será porque el Estado español no ha aceptado el resultado electoral del 21 de diciembre". El Estado puede acabar "forzando elecciones" por su "enorme irresponsabilidad", ha denunciado Puigdemont en la entrevista, que se emitirá este viernes íntegra en El Punt Avui TV.

Amenazas a Llarena

Puigdemont ha cargado contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena: "Un juez no puede decidir quién es el presidente de la Generalitat. En una democracia, lo decide el Parlamento de Cataluña. ¿Qué se ha creído el señor Llarena?". Según ha asegurado Puigdemont, si Llarena decide que Sànchez no puede salir de prisión para ser investido por el Parlament, "estará prevaricando". Y "ante un prevaricador, lo que no podemos hacer es plegarnos", porque "está violando derechos civiles y políticos de un pueblo que se expresó, y de qué manera, el 21 de diciembre", ha recalcado.

En su opinión, el magistrado sólo puede impedir que salga de la cárcel pero no que sea investido. "Lo que no puede decidir es retirar los derechos de un diputado", entre ellos el de ser elegido presidente. Preguntado expresamente si podría celebrarse el Pleno de investidura sin la presencia de Sánchez, ha replicado: "También podría haberse celebrado el pleno para mi investidura porque el Parlament no lo prohíbe, no hay ninguna ley que lo prohíba".

Por otra parte, ha advertido de la necesidad de que "haya un tercer actor" en una hipotética mesa de negociación "para que no se vuelva a producir el engaño sistemático del Estado español".

El rey no es bienvenido

Asimismo, Puigdemont ha reprochado al rey Felipe VI su discurso posterior a la jornada del 1-O: "Cuando un jefe de Estado incumple su función de árbitro, de moderador, de conciliador, y se posiciona en la dialéctica política de la manera tan violenta como lo hizo, nuestro deber es señalarlo". "Aquel día el Rey perdió Cataluña y dudo mucho que vuelva a ser nunca más bienvenido en Cataluña", ha añadido.

Sobre las revelaciones del exconseller Santi Vila en el libro "De héroes y traidores", ha comentado que "sólo tiene una parte de la historia" porque "él no estaba en el núcleo duro del debate político dentro del Govern" sobre el rumbo soberanista.

Puigdemont ha cuestionado el "oportunismo de las versiones en caliente de un proceso histórico que si algo pide es precisamente distancia temporal y emocional" y "más moderación en los análisis".