El metro de Barcelona aumentará su capacidad y mejorará la frecuencia con la llegada de 39 trenes nuevos. Esta ampliación tiene como finalidad disminuir los tiempos de espera en las líneas más utilizadas y preparar la red para la puesta en servicio del tramo central de la Línea 9, que enlazará zonas clave como el aeropuerto, la Zona Universitaria o el centro de la capital catalana.

El anuncio se ha dado a conocer este lunes durante el acto institucional con motivo del centenario del metro, presidido por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. El evento, celebrado en el Paraninfo de la Escuela Industrial de Barcelona, ha servido para renovar el compromiso de las administraciones con un sistema de transporte más moderno, eficiente y adaptado a las necesidades de movilidad del área metropolitana.

Distribución de los nuevos convoyes 

Los 39 nuevos trenes se repartirán entre varias líneas: 22 se destinarán a la puesta en funcionamiento del tramo central de la L9 y los 17 restantes reforzarán el servicio en las líneas habituales (L1, L2, L3, L4 y L5). Gracias a esta incorporación, se reducirán los intervalos entre trenes, especialmente en las líneas 1 y 5, con tiempos de espera de tan solo 2 minutos y 38 segundos y 2 minutos y 15 segundos, respectivamente.

Cuando los nuevos trenes entren en servicio, la L5 dispondrá de 45 unidades en funcionamiento, la L1 contará con 44, la L3 con 30, la L4 con 27 y la L2 con 25. Esta distribución permitirá atender el incremento de la demanda, que en 2024 subió un 6,5 % respecto al año anterior, alcanzando casi 1,6 millones de validaciones diarias en jornadas laborables.

Los 22 trenes destinados a la L9 permitirán preparar el servicio para el fututro tramo central de la línea. Estos nuevos convoyes comenzarán operando en la L2, y los que actualmente circulan por esta línea, los cuales son compatibles con el sistema de conducción automática, pasarán más adelante a prestar servicio en la L9.

Una movilidad sostenible y eficiente

La nueva flota incluirá avances en materia de accesibilidad y sostenibilidad. Los vehículos estarán diseñados para facilitar el acceso a todas las personas, dispondrán de espacios adaptados y mayor confort, y emplearán materiales reciclables, sistemas de bajo consumo energético y tecnologías que harán posible un mantenimiento más eficaz y respetuoso con el entorno.

El proyecto contempla una inversión total de 331 millones de euros, destinada a la ampliación de la flota y la mejora del servicio. La licitación se pondrá en marcha este julio y, con el respaldo de las administraciones que forman parte del consorcio de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), se espera que los primeros trenes comiencen a llegar a partir de 2029.