El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, en una entrevista concedida a Catalunya Radio, ha valorado la herida abierta en el rostro del Govern motivada por el veto de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El dirigente de la fuerza de Carles Puigdemont ha enmarcado la crisis del Govern como un “incumplimiento del acuerdo de legislatura”. Pese a este desencuentro, Sànchez ha avisado de que los postconvergentes no romperán con la formación de Oriol Junqueras.

Junts no pasa página en el enésimo capítulo de confrontación entre los socios de Gobierno. Sin embargo, lo enmarca en un apartado puntual que no supondrá la defunción de la coalición. Sànchez reconoce que se trata de un “desencuentro no menor”, pero entiende que no debe marcar los pasos futuros de postconvergentes y republicanos.

“Otra cosa es que haya actores políticos fuera del Govern a los que les gustaría. Pero una coalición es sólida si los dos integrantes tienen voluntad de mantenerla. No se verá amenazada por las críticas de la oposición”, ha advertido el secretario general de Junts en la radio catalana.

Interrogado por la mesa de diálogo, Sánchez ha asegurado que el president de la Generalitat sabía desde “hace semanas” que nombrarían a una delegación que no la conformaran en exclusiva miembros del Govern. No obstante, ha agregado que le respondió que podría no ser así. “Hace semanas que tenía un mensaje mío, enviado en el móvil”, ha aclarado. Sànchez ha admitido que Aragonès le expuso sus preferencias de que la delegación catalana estuviese compuesta por representantes del Ejecutivo catalán.

Una coalición es sólida si los dos integrantes tienen voluntad de mantenerla. No se verá amenazada por las críticas de la oposición

El dirigente de Junts ha esquivado la confrontación directa con el president, negando por sistema la existencia de un acuerdo verbal sobre la composición de la mesa de diálogo. Asimismo, ha destacado que entendían que la presencia de consellers de ERC y el vicepresident, Jordi Puigneró (JxCAT), ya le daba un empaque “gubernamental”.

En este sentido, Sànchez ha subrayado que si Junts quisiera boicotear la mesa de diálogo podría haberlo hecho en sede parlamentaria, emitiendo un voto negativo a la propuesta de Pere Aragonès sobre la composición de la delegación catalana. No obsante, el secretario general del partido de Puigdemont entiende que aquello hubiera comportado un “acto de deslealtad insoportable”.