Desde que el pasado viernes se confirmaran los dos primeros casos de peste porcina africana (PPA) en España desde 1994, localizados el 26 de noviembre en dos cadáveres de jabalíes en la sierra de Collserola (Barcelona), Cataluña y el conjunto del Estado viven un estado de alerta sanitaria que ha provocado el bloqueo de las exportaciones de carne de cerdo españolas a 40 países. La preocupación ante el primer brote de este virus en el país en 31 años es tal que este lunes se han desplegado 117 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en el terreno, a petición de la Generalitat, para ayudar en la contención de la enfermedad. Una zona para la cual se han establecido dos perímetros: un radio de 6 kilómetros alrededor del punto en el que se encontró a los animales contagiados (zona de infección o de vigilancia extrema, que afecta a 12 municipios) y otro de 20 kilómetros (zona de vigilancia, que alcanza 64 localidades).
El nuevo brote de PPA está siendo investigado, principalmente, por el Centro de Investigación en Sanidad Animal de la Generalitat de Cataluña (IRTA-CReSA), ubicado justamente en Bellaterra, entidad municipal donde se hallaron los cadáveres de jabalíes. Este centro fue el primero en confirmar los dos nuevos casos, previamente a que lo hiciera también el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Uno de sus investigadores, el también catedrático de la Universidad Autònoma de Barcelona (UAB), Joaquim Segalés, ha concedido una entrevista a ElPlural.com sobre este virus con una mortalidad casi del 100% para jabalíes y cerdos, así como, entre otras cosas, la labor que se está llevando a cabo para detenerlo y el posible origen de este foco de contagio.
PREGUNTA (P): ¿En qué consiste la enfermedad de la peste porcina africana y qué riesgos conlleva?
RESPUESTA (R): La peste porcina africana es una enfermedad infectocontagiosa causada por un virus que causa una enfermedad muy grave en los animales y solo afecta a cerdos y a jabalíes o cerdos salvajes, que hay en otras latitudes. Esta enfermedad, normalmente, necesita entre 3 y 4 días para que el animal, desde que se infecta, pueda generar signos clínicos. Es decir, el animal no da muestras de enfermedad hasta al cabo de 3 o 4 días de infectarse. Es una enfermedad hemorrágica; el animal tiende a tener múltiples hemorragias y también lesiones sistémicas porque afecta a múltiples órganos como el riñón y el pulmón. Estos animales acaban muriendo en 7 u 8 días.
Por lo tanto, se trata de una enfermedad que es casi mortal en el sentido de que es muy difícil que un animal sobreviva a esta infección. Lo que sí es cierto es que cuando un animal está enfermo tiende a no moverse o a moverse muy poco, por lo que si el animal se encuentra enfermo en una determinada zona geográfica, lo normal es que no haya una extensión que vaya mucho más allá, a no ser que haya recorrido mucho camino en esa fase de los primeros 3 o 4 días que aún no está clínicamente enfermo.
P: Entonces, aparte de no afectar a los humanos, ¿la PPA tampoco puede contagiarse a otros animales?
R: No. Es un virus que se conoce hace más de cien años y se han hecho multitud de experimentos y de estudios científicos que demuestran que solo infecta a lo que llaman la familia Suidae, que son los cerdos, jabalíes, cerdos salvajes, etc. No se infectan otras especies.
El único problema de otras especies, incluida la humana, es que, aunque sea de forma inadvertida, si vamos paseando o vamos corriendo por esas zonas donde hay animales infectados, podemos de alguna manera, a través de nuestras botas o de nuestra ropa, vehicular el virus a otras zonas distantes donde, eventualmente, estos animales podrían haberse infectado o muerto.
Entonces, el problema es que estas otras especies, la más importante y con mucha diferencia es la especie humana, sí que podrían actuar como vehículo de diseminación de la infección y por eso se están tomando estas medidas tan claras en el Parque de Collserola como que no haya personal, que se vaya solamente por las vías transitadas o que no se vaya por dentro del bosque. Y esto que parece como muy obvio, a la gente a veces le cuesta entenderlo y por eso es tan importante que Agentes Rurales o incluso, ahora que también está participando, la UME puedan asegurarse de que no se están dando comportamientos anómalos para perjudicar o diseminar la infección.
P: ¿Ve probable que la PPA se extienda a más zonas de Cataluña o incluso a otras comunidades autónomas?
R: Eso a día de hoy no lo sabemos. De hecho, tenemos una buena noticia dentro de lo malo.
En el momento en el que se detecta un animal positivo, se establece una zona de infección de unos 6 kilómetros alrededor de donde se ha detectado el animal, porque se está haciendo una vigilancia extrema y se intenta ver si hay otros animales que puedan estar enfermos. Luego se establece una zona de vigilancia de 20 kilómetros a la redonda, en la que también se está realizando esta vigilancia a ver si hay animales muertos, moribundos o eventualmente enfermos, aunque podría ser por otra causa.
Y la gran ventaja es que todos los animales positivos hasta el momento –insisto, hasta el momento, mañana puede ser distinto– están en esta zona de infección. ¿Qué quiere decir eso? Que prácticamente no ha salido de este foco por lo que sabemos ahora y eso es una buena noticia, porque si se está haciendo todo lo posible para intentar controlar esta infección en esta zona y no tenemos casos secundarios que aparecen en otras localizaciones, esa sería la manera ideal de poder combatirlo y eventualmente erradicarlo.
P: ¿El equipo del IRTA-CReSA fuisteis los primeros en confirmar que los dos cuerpos de jabalíes muertos encontrados en Bellaterra (Barcelona) estaban contagiados con PPA?
R: Sí, pero eso es lógico por una sencilla razón, porque el IRTA-CReSA actúa como centro de referencia regional. ¿Qué quiere decir eso? Que si hay cualquier sospecha de peste porcina africana en cualquier parte de Cataluña, tienen que enviar las muestras aquí. Por eso actuamos como el primer centro que diagnostica, en este caso, la peste porcina africana.
Se está yendo muy rápidamente y eso es bueno porque quiere decir que se activan todos los resortes necesarios para intentar contrarrestar la infección
P: Supongo que os sorprendió encontraros con los dos primeros casos de PPA en España desde 1994, ¿no?
R: Sí que fue algo sorprendente porque se encontraron dos animales –de hecho, uno se encontró en el mismo campus de la Universidad Autónoma de Barcelona y otro muy cerca del campus– muertos, que no tenían signos de eventual atropello.
¿Qué es lo que sucede? Con tanto jabalí que hay en Collserola, si un agente forestal ve claramente que ese animal ha sido atropellado, no se inicia ningún estudio concreto, pero si se encuentran animales muertos, sin una evidencia de que hayan sido cazados, que hayan tenido un accidente o cualquier otra cosa, inmediatamente se inicia un protocolo donde lo que se pretende es descartar la peste porcina africana, entre otras enfermedades. Pero claro, cuando uno dice descartar es porque imagina que no va a ser. Y entonces, con este protocolo activado, se llegó a que esos dos animales eran positivos.
Por eso también consideramos que, tal como se está actuando, se está yendo muy rápidamente y eso es bueno porque quiere decir que se activan todos los resortes necesarios para intentar contrarrestar la infección. Eso incrementa la probabilidad de que el control sea más certero.
P: ¿Qué trabajo está realizando el IRTA-CReSA en estos momentos respecto a la contención de la PPA?
R: El IRTA-CReSA continúa recibiendo jabalíes de distintas zonas de Cataluña porque, cuando salta la alarma de que hay peste porcina africana, tanto los Agentes Rurales como los Mossos d’Esquadra o todas aquellas personas que podrían tener algún contacto o visualización de jabalíes están mucho más atentos. De manera que, si ven algún ejemplar, sea muerto, moribundo o incluso por los alrededores, tienden a llamar al 112. Ahora tenemos un nivel de alerta tan elevado que nos empiezan a llegar muchos animales, se muestrean y se testan. Y, por supuesto, un porcentaje que no es menor son negativos.
P: ¿Cómo estáis viviendo enfrentaros a una alerta sanitaria como supone un brote de PPA?
R: Lógicamente, son días muy complicados, porque la recepción de muestras es constante y, además, la declaración se realiza el viernes; por lo tanto, todo el fin de semana ha tenido que haber gente trabajando en las instalaciones para poder avanzar los resultados lo antes posible. Todo lo que es atención a medios de comunicación también es una cosa importante. Vivimos una crisis como tal. Es una auténtica crisis en el sentido de que multiplica muchísimo el trabajo que ya tenemos de forma normal, sin tener una emergencia sanitaria de esta magnitud.
P: ¿Qué tal está funcionando la coordinación con los equipos de investigación y laboratorios estatales?
R: Yo creo que la colaboración está siendo muy franca y transparente. Esto es lo que interesa al sector también. La peste porcina africana ahora está afectando a jabalíes, pero el miedo a que esta infección pueda pasar al cerdo doméstico o cerdo de granja es real. Por lo tanto, a pesar de que tenemos un sector porcino muy profesionalizado, muy maduro y que está trabajando muy bien, va a extremar la bioseguridad. Y lo que está claro es que hay un interés global a nivel del Estado, a nivel de la comunidad autónoma y a nivel de los propios granjeros a que todo esto se controle de la forma más rápida posible y, por supuesto, a nivel de laboratorio y diagnóstico, lo mismo entre lo que es el laboratorio de IRTA-CReSA y el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete.
La coordinación es total. Para que os hagáis una idea, personal del Ministerio de Agricultura ha estado este lunes por la mañana en el CReSA. Por lo tanto, la sintonía es total, sobre todo porque el interés de erradicación es absolutamente la prioridad para todas estas instituciones.
¿Cómo puede llegar carne contaminada aquí? La única manera es personal: humanos que lo transporten
P: ¿Cómo cree que se pueden haber contagiado los jabalíes encontrados? ¿Hay alguna hipótesis con más fuerza?
R: Yo te seré franco. Esto ha pasado ya en varios países de Europa, en los que se han dado brotes en jabalíes en distintas áreas muy alejadas de donde están los brotes con cerdo doméstico o brotes de jabalíes de forma bastante epidémica. Entonces, la hipótesis más probable para que haya llegado ahí es difícil de formular de una manera clara, sobre todo por una sencilla razón: porque un jabalí se puede infectar por contacto con otro jabalí o porque coma material contaminado, y material contaminado podría ser comer otro jabalí muerto por la infección o incluso embutidos que se hayan realizado con animales infectados. También se podrían infectar a través de lo que serían picadas por garrapatas que estén infectadas, pero el tipo de garrapatas que se infectan con este virus no las tenemos en Cataluña, con lo cual esa opción ya está descartada.
Entonces nos quedan las dos primeras. El problema es que si en Francia no tienen casos y los jabalíes más cercanos con infección están en Italia o en Alemania, no es posible que sean contagiados de otro jabalí. Por lo tanto, la única opción factible que se puede explicar es que efectivamente se hayan contaminado porque hayan ingerido carne contaminada con el virus. ¿Cómo puede llegar carne contaminada aquí? La única manera de que pueda llegar es personal: humanos que lo transporten.
¿Quién lo puede transportar? Sabemos sobradamente que en algunos países, como países del este o del sureste asiático, a pesar de que tienen peste porcina africana, como no afecta a las personas, muchas veces aprovechan incluso aquellos animales que están infectados para comer su carne porque muchas veces son economías de subsistencia, son granjas familiares con muy pocos animales y, por lo tanto, no se pueden permitir el lujo de perderlos. Y estas personas, cuando viajan, muchas veces traen su propia comida, como, por ejemplo, transportistas que puedan venir del este de Europa, por poner un ejemplo. Para una persona que llega en un camión que viene de cualquier país de Europa del Este, le es mucho más fácil traerse la comida desde casa que comprarla aquí. ¿Y entonces qué es lo que sucede? Que cuando han comido, si quedan sobras, van a la basura o las tiran al campo y se las va a comer algún animal. Por eso es una hipótesis plausible lo que, quizás de una forma muy ligera, llamamos el bocadillo.
P: ¿Cree que es probable que la PPA haya llegado a España para quedarse, como ocurrió en algunos países europeos a partir de 2014, cuando entró en la UE procedente de Rusia?
R: Es muy difícil saberlo. Por ejemplo, están los casos de Suecia, de Chequia o de Bélgica, en los que se infectaron solamente jabalíes y han podido erradicarla. Por lo tanto, me gustaría pensar que sí. Los focos están básicamente en la zona de infección o muy cercanos a la zona de infección; estamos en unas buenas condiciones como para intentar eliminarlo. Si esto se disemina geográficamente, va a ser mucho más difícil. Pero tenemos ejemplos en Europa de que se puede gestionar para poder eliminar la enfermedad. Me gustaría pensar que nos pareceremos más a estos tres ejemplos que no al resto, pero el tiempo dirá.
Tenemos ejemplos en Europa de que se puede gestionar para poder eliminar la enfermedad. Me gustaría pensar que nos pareceremos más a estos tres ejemplos que no al resto, pero el tiempo dirá
P: ¿Cómo fue el brote de PPA de 1994 en España y qué se hizo para conseguir erradicarlo?
R: En ese caso fue bastante distinto porque lo teníamos en el cerdo doméstico. No era un problema solo de jabalíes; lo teníamos en el cerdo doméstico, en el jabalí y también en el cerdo ibérico. Entonces, la política que hay para esta enfermedad en la Unión Europea es que en cualquier granja en la que se dé un positivo hay que sacrificar a todos sus efectivos. Y luego hay que establecer una zona de vigilancia a 3 y 10 kilómetros a la redonda para ver si el resto de explotaciones o el resto de granjas se encuentran infectadas o no.
Pero el problema más grande es el jabalí porque hay muchos y es mucho más difícil de controlar. Las granjas sabemos dónde están, pero un jabalí es mucho más complicado.
P: ¿Por qué cree que España ha tardado 31 años en volver a registrar un caso de contagio de PPA?
R: No hay una explicación evidente ni clara porque podría haber pasado antes y podría haber pasado más tarde. Los focos más importantes están en Europa del Este; por lo tanto, la península ibérica es lo más lejano dentro de Europa.
P: Este lunes se han desplegado 117 efectivos de la UME en la zona a petición de la Generalitat. ¿En qué consiste su labor?
R: Lo que se pretende es reforzar a todo el cuerpo de agentes forestales para el control de la zona infectada, especialmente. También la zona de vigilancia, pero sobre todo la zona infectada, para intentar evitar que las personas vayan a esta zona y detectar lo más rápidamente posible eventos de animales muertos o animales moribundos, localizar dónde puedan estar los jabalíes, poner trampas para poder capturarlos, etc. Hay toda una serie de medidas donde van a intervenir y a ayudar al control que se está llevando a cabo en Collserola.
P: Por último, ¿cuál sería tu recomendación a la población respecto a la PPA?
R: En primera instancia, recordar que no es un problema que afecta a las personas. Este no es un virus que nos vaya a infectar, pero sí es un virus que es muy resistente a su destrucción y que podemos vehicular con zapatos, con ruedas de bicicleta o con ropa. La recomendación general a la población es, sobre todo, que no circule por esas zonas infectadas y tampoco por la zona de vigilancia, que transite por las vías normales y no a través del bosque.
Y también otra cosa que es muy importante: los jabalíes son asustadizos, de ahí la importancia de no ir con perros, que igual los van a intentar perseguir. Por lo tanto, no meterse en estas áreas porque complica mucho más la diseminación del virus por los mismos jabalíes. La cuestión es intentar dejar la zona lo más tranquila y lo más desértica posible porque de esta manera la ciudadanía está ayudando a controlar este problema.