La ciudad de Girona es la primera localidad catalana en tener una plaza dedicada al 1 de octubre de 2017, día de la celebración del referéndum ilegal de independencia y, de paso, ha dejado de tener una plaza dedicada a la Constitución.

En un bronco y dividido debate convocado de urgencia en el Ayuntamiento para sólo aprobar este cambio, la moción ha salido adelante, aunque poco antes del pleno Ciudadanos ha intentado hacer caer la propuesta del orden del día, aduciendo que no había pasado por Junta de Gobierno Local, algo que no ha conseguido.

En el debate se han vuelto a evidenciar, como ya ha pasado estas últimas semanas, las divergencias entre unos y otros. A un lado, CiU, ERC y la CUP; en la otra, el PPC, Cs y el PSC. Antes de la votación, Madrenas ha tomado la palabra para subrayar que "la Constitución no es democracia y ha perdido toda legitimidad", porque en su nombre hay "exiliados, represaliados y se ha aplicado el 155". Unas 600 personas han seguido el pleno desde la plaza del Vi. Sobre todo, partidarios, pero también opositores a la medida.