Ferran Mascarell estuvo a punto de ser alcaldable del PSC por Barcelona. No lo logró y meses más tarde fue fichado por Artur Mas como Conseller de Cultura. Fue el más sonoro fichaje de Artur Mas para su “gobierno de los mejores”. Dos años más tarde, Mascarell se ha convertido en una especie de “gurú” para el presidente catalán. Malas lenguas dicen que los discursos más comprometidos pasan por la pluma de Mascarell. Sin embargo, hoy por hoy, el conseller de Cultura tiene un futuro más bien incierto. Por eso, quizás, se deja ver mucho últimamente con el presidente Mas. Estos días en el viaje a Moscú han sido todo un ejemplo para traerse a Barcelona la exposición itinerante del Hermitage de San Petersburgo.

También tienen reuniones en privado. En una de ellas, Ferran Mascarell planteó la posibilidad de formar un partido socialista de obediencia nacionalista. Artur Mas dio el visto bueno y Mascarell se puso manos a la obra. Primero tanteó a Ernest Maragall pero las reuniones no fructificaron y los caminos de ambos ex dirigentes del PSC se separaron. Luego, Mas convocó elecciones y el proyecto de crear un nuevo partido quedó en agua de borrajas. La preocupación de Mascarell aumentó porque sabe que su futuro está ligado a Mas. No a Convergència Democràtica de Catalunya que no ha querido saber nada de su inclusión en las listas. Para superar este contratiempo, el todavía conseller urde una acción para hacerse ver antes de las elecciones del 25 de Noviembre. La acción está en su fase final y se concretará con la presentación de una plataforma de apoyo a Artur Mas bajo la denominación de Socialdemócratas con Mas.

En busca de aliados
Mascarell trató infructuosamente de buscar aliados en la militancia del PSC más allá de los socialistas que se fueron a trabajar con él a la Conselleria de Cultura. Por eso, Mascarell recurre a Albert Batlle, viejo amigo y compañero de estudios para llegar a más militantes socialistas y a personas de diferentes ámbitos no adscritas a ningún partido y situadas en la órbita de la socialdemocrácia.

Albert Batle
Albert Batlle es Director Adjunto de la Oficina Antifraude. Por este motivo, había pedido la suspensión de militancia en el PSC. Sin embargo, no dice que no a la petición de Mascarell porque la entiende “como un encuentro privado” como lo ha calificado a preguntas de este diario. El encuentro tiene lugar en el Ateneu porque tanto Mascarell como Batlle son socios de la institución “así como algunos de los asistentes”, apunta Batlle. Según el actual Director Adjunto de Antifraude a la reunión asisten un abanico de profesionales liberales así como algunos miembros de la judicatura. Batlle asegura que “presenté la reunión afirmando que seguía retirado de la política”.

"Socialdemócratas con Mas"
En la reunión, Mascarell escuchó a todos sus invitados e hizo una “encendida defensa del presidente Mas al que comparó con Macià, Companys i Prat de la Riba” en palabras de uno de los asistentes. Días después todos ellos han recibido una carta de Mascarell a la que adjunta un manifiesto. Esta misiva y este manifiesto también lo han recibido militantes socialistas que han sido contactados, de una u otra manera, por Mascarell. Este manifiesto se presentará en plena campaña electoral bajo el epígrafe de “socialdemócratas con Mas”. Así, Mascarell espera acercarse a Mas esperando estar en el círculo del President en la próxima legislatura. Eso sí, Albert Batlle, actualmente director en la Oficina Antifraude, ha dicho taxativamente a este diario que no firmará el manifiesto. Que su actividad política sigue en suspenso. Sin embargo, Mascarell con esta plataforma tiene garantizada su presencia mediática. ¿Y su futuro?

*Toni Bolaño es periodista y analista político